“Terremoteados sin solución” acusan que retraso podría llevar a que otros se tomen los terrenos.
El terremoto del 27/F trajo consecuencias graves para muchas familias de la Región del Biobío, pues varias quedaron sin casas, entre ellas, un grupo de 51 familias de Chiguayante, agrupadas en el comité “Terremoteados sin solución”.
El grupo, a 11 años de la tragedia, aún ve lejano poder acceder a sus viviendas, aunque estas ya están terminadas, ya que los títulos de dominio aún no están listos, por lo que el Serviu no puede permitirles habitar las casas de villa Los Aromos de la comuna.
“Las casas están listas desde el 29 de junio, pero como ahora se deben entregar con escritura, aún no podemos habitarlas. El retraso del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) nos ha traído coletazos, como una vecina que fue desalojada hoy, por haberse pasado de la fecha que había anunciado, porque muchos avisaron a sus arrendadores que se irían a fines del mes pasado y no han podido irse, por lo que les están pidiendo las viviendas, algo que es lógico porque lo dueños deben velar por sus dineros”, detalló la presidenta del comité, Ximena Sáez.
Toma de viviendas
La secretaria de “Terremoteados sin solución”, Gina Fernández, añadió que “a los inminentes desalojos se suma que estamos recibiendo amenazas de otros pobladores que se quieren tomar las viviendas que tanto nos costó conseguir. La gente tiene miedo, no saben qué hacer”.
Cabe recordar que en el año 2019 se concretó la construcción de las 51 viviendas sociales, que tienen entre 52 y 63 metros cuadrados, por un monto superior a los $1.100 millones, donde se incorporaron soluciones técnicas apropiadas para el clima de la zona, mejorando las condiciones de aislación, con en albañilería reforzada y estructura de madera. Espacios que además consideran áreas verdes, juegos para niños y espacios deportivos.
“Con el retraso se faltó al compromiso, llevamos más de diez años esperando. En mi caso, por ejemplo, tuve que vivir en una aldea con mis tres hijos y luego en una mediagua, sin luz y agua. Hoy vivimos en la Villa Futuro, pero nuestro departamento está húmedo y con hongos, no son condiciones para vivir”, enfatizó Ximena Sáez.
Consultado al respecto, el director del Serviu, Samuel Domínguez, aclaró que “las viviendas estás en proceso de escritura, por lo que estamos haciendo todos los esfuerzos necesarios para tener completo el proceso a fines de julio. Queremos llamar a la tranquilidad a las familias, ya que estamos avanzando y pronto podrán estar en sus viviendas”.
Situación que se les explicó en la reunión que tuvieron las representantes del comité, junto al jefe de gabinete del Serviu, Eduardo Alegría.
“Comprometieron toda su ayuda para con nosotros, pero el tema está en la Tesorería General de la República, que aún no tienen las escrituras”, contó Gina Fernández.
Por su parte, el diputado Enrique van Rysselberghe (UDI), quien desde un inicio apoyó a las familias afectadas, acotó que “se está agilizando el proceso, para darle solución a los afectados”.
Desde Chiguayante, el alcalde Antonio Rivas, enterado del desalojo que sufrió una familia y parte del comité aseguró que “desde el municipio se buscaron soluciones y como el Serviu se comprometió a entregarlas a fin de mes, se optó por llevarlos a una sede social transitoriamente hasta fin de mes, esto ya que, no hemos podido encontrarles un arriendo por menos de un mes”.