El Consejo Regional destinó $200 millones para evitar una emergencia sanitaria. Empresa con presencia regional fue la encargada de llevar a cabo el proceso de reconversión.
En febrero de este año ocurrió una varazón de sardinas en Arauco, específicamente en los ríos Laraquete y Carampangue, (también en Tomé, Tumbes y Coronel) lo que generó preocupación en las autoridades regionales, puesto que se previó el mismo escenario que con la carga de salmones del navío Seikongen, que varó en Chonchi, Chiloé el año 2017.
El barco que encalló en las costas chilotas, contenía 67 mil litros de petróleo y más de 30 mil salmones en descomposición. Entonces, se barajó la opción de trasladar el barco hasta Talcahuano, para luego derivar los residuos a la planta de Hidronor en Copiulemu. Sin embargo, ante la negativa del alcalde Henry Campos y su par de Florida, Jorge Roa, se desechó la opción.
La negativa radicó en la posibilidad de que la carga pudiera generar ácido sulfhídrico, considerando que estuvo diez meses varada. El mencionado gas es peligroso, ya que en grandes cantidades deja de ser perceptible para los humanos, provocando desmayos y, en el peor de los casos, la muerte.
Los desperdicios fueron llevados a Calbuco, Región de Los Lagos.
No obstante, distinto fue el final de lo ocurrido en Arauco. La empresa de remediación medioambiental Tequia, con su catalizador “Tcast Cata”, fue el camino para dar respuesta a la varazón de cerca de 4.000 sardinas, convirtiendo las toneladas de desechos orgánicos, en un potente fertilizante, que luego fue aplicado en suelo agrícola de un fundo en la provincia de Arauco.
“Realizamos principalmente el proceso de transformación de lo que se había retirado de los ríos de la provincia de Arauco. Hicimos un proceso de conversión del desecho en pudrición, generando la maduración de la materia orgánica para transfórmalo en un fertilizante muy potente para las siembras. Trabajamos en ellos durante dos semanas, evitando la aparición del ácido sulfhídrico, lo que evitó una emergencia mayor”, detalló el director ejecutivo de la firma, Iván Vega.
El acelerador de procesos naturales de la empresa con presencia regional, fue valorado por el agricultor Juan Pablo Barrueto, quien indicó que “jamás en la vida me hubiese imaginado este proyecto que revuelve la tierra con sardinas en descomposición mejorando su calidad. Espero que este sea un buen abono para las plantaciones de avena que tenemos en el lugar, la que hasta el momento ha dado buenos resultados, por su consistencia”.
La tecnología que acelera los procesos naturales de la materia orgánica, pasando de cuatro meses a una hora, inhibiendo la pudrición para que sean aprovechados para el crecimiento de vegetación, son un gran avance, dijo el intendente Patricio Kuhn.
“A partir de la emergencia sanitaria que se dio en Arauco, con la varazón de sardinas que se dio por causas naturales influida por el cambio climático, se vio la posibilidad de una catástrofe sanitaria. Por lo que este adelanto tecnológico es un cambio notable, ya que evitó trasladar estos desechos a un vertedero, con todo lo que eso significaba, es decir, problemas de olor y contaminación”, comentó.
Agregó que “la inversión que aprobó el Core fue de $200.000.000 inicialmente, montó que podría variar una vez que termine la operación de la empresa Tequia”.