Ciudad

Penquistas con trauma ocular acusan nulos avances en sus investigaciones

Indicaron que el Estado debe adoptar medidas para que los culpables paguen, ya que es importante una reparación. Vocera de las víctimas indicó que se sienten desesperanzados.

Por: Mauro Álvarez 11 de Marzo 2021
Fotografía: Facebook Alejandro Torres

“Nos sentimos olvidados”, esa es la frase que más repiten los entrevistados víctimas de trauma ocular, a un año y medio de haber perdido sus ojos a causa de la acción, a su juicio, desmedida por parte de Carabineros durante el estallido social de 2019.

Si bien la pandemia podría explicar en parte esta situación, para la vocera de Víctimas de Trauma Ocular, Marta Valdés, “el Estado debe adoptar medidas, ya que se comprometió, y para que los culpables paguen, porque es necesaria y urgente una reparación para las víctimas”, acusó.

Valdés indicó que “los procesos legales están súper lentos, por lo que estamos bien poco esperanzados. Vemos que no se ha cumplido lo que dijo el ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, que iba a entregar un programa de reparación para las víctimas, lo cual nunca ocurrió”

Atención psicológica

La vocera de las víctimas agregó que “como agrupación igual entendemos que la pandemia de la Covid-19 influyó, pero, por ejemplo, las atenciones psicológicas se podrían haber hecho de forma online, porque son tremendamente necesarias para los que perdieron la vista a causa de la acción de Carabineros”.

Opinión que compartió el camarógrafo Alejandro Torres, quien el 22 de octubre de 2019 recibió un balín que se alojó en su izquierdo, mientras registraba los saqueos del supermercado Santa Isabel en Manquimávida.

“La única vez que la Fiscalía se comunicó conmigo, fue más o menos por el 17 de octubre del año pasado, donde me llamaron para hacer un peritaje, desde que me ocurrió esto, es decir un año después. Peritaje que consistió en que una perita de la PDI, me hizo unas mediciones en mi ojo, para ver la dinámica del proyectil, que no era de goma, era recubierto por goma, pero con metales en su interior”, detalló Torres.

En cuanto al carabinero que le disparó, si bien este se entregó al otro día de haberlo agredido, “está imputado, pero no formalizado, por lo que sigue trabajando, en Arauco tengo entendido. Pero eso es algo que no entiendo, porque si se sabe que fue él, no veo por qué no está detenido, es todo muy engorroso. Es el caso de todos quienes somos víctimas de trauma ocular”, expresó el audiovidual.

De todas maneras, “junto a mi abogado estamos evaluando una querella civil y reparatoria al Estado, porque esto ha mermado mi trabajo como audiovisual, lo que me tiene muy angustiado”, contó Torres, conocido como Bulla por sus colegas.

Rodrigo Lagarini, parte de las más de 35 víctimas oculares del Biobío, quien perdió su ojo derecho por una lacrimógena, precisó que “en mi caso tampoco ha habido ningún avance, siento que en Concepción es bien extraño el manejo por parte de Fiscalía, yo entregué un video del posible carabinero que me disparó, el cual conseguí con vecinos de calle Maipú, pero lo desestimaron, por lo que no descarto ver otras alternativas legales para lograr una reparación”.

No obstante, la reparación que tanto buscan las víctimas podría llegar pronto, ya que ayer la comisión de Derechos Humanos de la Cámara aprobó por 6 votos a favor y 2 en contra la idea de legislar el proyecto de reparación para víctimas del estallido social.

“La salud mental es algo que se debe asegurar para lograr la reparación”

En Temuco, Luis Jiménez, quien al igual que Torres perdió su ojo derecho por un balín, contó que, así como otras 11 víctimas de la ciudad, “no he tenido respuestas por parte de Fiscalía. Sólo sé que en agosto el carabinero que me disparó será formalizado, tras una investigación de cinco meses. Sin embargo, por lo que sé lo subieron de cargo dentro de la institución, lo que me parece bastante ilógico e injusto”.

Jiménez aseguró que “la salud mental es algo que se debe asegurar, para lograr una verdadera reparación. Actualmente estoy con periodos de estrés grandes, porque si bien ha pasado tiempo desde el 2019, aún cuesta acostumbrarse a una prótesis. Me llamaron del Hospital de Temuco, pero tuve una sesión, me dieron pastillas para dormir, pero necesitamos tratamiento continuo”.

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