Colegio de Profesores del Biobío y docentes explican a qué temen. Muchos tienen patologías de base o son adultos mayores, características que los pone en riesgo.
“Es importante el retorno, porque sabemos, de acuerdo a los informes y a la recomendación de los expertos, que es fundamental para el proceso educativo de cada joven participar de la experiencia en el aula”.
Eso dijo la semana pasada el intendente Sergio Giacaman, en una visita a un establecimiento de Los Ángeles que ya cuenta con clases presenciales. Además, contó que en Biobío se han generado 25 solicitudes de retorno y, del total, ocho ya se encuentran en clases presenciales.
Realidad que causó preocupación dentro del Colegio de Profesores y docentes consultados, quienes indicaron que intentar terminar el año con clases presenciales sólo habla de la porfía y el desconocimiento de la realidad que el ministro de Educación, Raúl Figueroa, tiene de muchos educadores.
“En la Región tenemos comunas en cuarentena, como Lota, Coronel y Tomé, lo que complejiza la vuelta a clases”, explicó el presidente del Colegio de Profesores, Boris Figueroa.
El dirigente enfatizó en que no se está pensando en los profesores. “Tenemos muchos profesores con enfermedades de base, como diabetes, hipertensión u obesidad, como también adultos mayores, quienes son más propensos a contraer coronavirus. Eso, al ministro y al Gobierno no les importa, pues no tienen una responsabilidad en la educación, aquí importa más la economía que la salud de las personas. El ministro de Educación no da el ancho a su cargo”.
La profesora de Lenguaje y Comunicación, Mónica Aravena, contó que la pandemia le genera emociones encontradas. Extraña estar en el aula y compartir con los estudiantes, pero para ella sería complejo volver, por sus patologías de base.
“Desde siempre he tenido problemas respiratorios por alergias crónicas y contagiarme de una enfermedad como esta podría significar la muerte para mí. En este país la educación es un negocio y al Estado no le importa que los profesores tengamos riesgo de enfermarnos”, sostuvo.
La profesora de Ciencias Naturales, Jessica Troncoso, añadió que volver a clases es innecesario. “Quizás sí adelantarlas para la última semana de febrero el 2021, si es que las condiciones sanitarias están, porque de lo contrario es complejo. Muchos tenemos padres de avanzada edad y de enfermarnos nosotros, es muerte segura para ellos”, comentó.
Concordó la profesora de Lenguaje y Comunicación de un liceo técnico penquista, Nathalie Rojas. “Lo que el ministro Figueroa quiere es asegurar las subvenciones y justificar los dineros. Lo que se quiere con la vuelta a clases es que la clase obrera vuelva a producir y, para eso, los niños de los trabajadores deben estar en las escuelas. El funcionario de gobierno sólo actúa desde la porfía y la soberbia”, manifestó la docente.
Considerando el peak de contagios que tiene Los Ángeles, con 2.358 casos acumulados y 173 activos, según el último informe del Minsal, el intendente Giacaman descartó la suspensión de clases presenciales en los liceos y colegios de la comuna. “El protocolo que presentaron los colegios que entraron a clases es bastante exigente, considera la participación del 20% de los alumnos de tercero y cuarto medio, y en la medida que eso se cumpla y continúe en Fase 3, se podrá seguir con las clases. Sin embargo, pese a que la tasa de incidencia nos preocupa, no están las condiciones para retroceder en una fase”, dijo la autoridad.