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La Covid-19 y sus implicancias en un diario vivir sin vacuna

El confinamiento prolongado influye en una serie de dimensiones como la psicológica, social y cultural. La responsabilidad social es la clave para detener el avance del virus que ya ha costado la vida a más de 230 personas en la Región.

Por: Ximena Valenzuela 06 de Septiembre 2020
Fotografía: pag 4 5 secundario gente con mascarillas carolina

El tres de marzo, cuando el primer caso de Covid-19 fue confirmado en el Hospital Regional, quizás pocos imaginaron el avance sostenido que tendría la pandemia en la Región, que ya sobrepasa los 18 mil contagiados y suma 232 muertos.

Mientras no exista una vacuna, la única forma de protegerse, según indican los especialistas, es mantener las medidas de prevención decretadas por el ministerio de Salud, pero bien vale preguntarse qué tan probable es que la comunidad las acate.

Las compras en vísperas del Día de la Madre, del Padre, del Niño y tras la entrega del 10% dejaron en claro que no existe conciencia en la población sobre el peligro de contagiarse de coronavirus.

Vivir en pandemia significa asumir como vitales no sólo el uso correcto de la mascarilla y el distanciamiento social, sino también entender que implica un cambio cultural, de acatar las normas sin cuestionarlas, no violar el toque de queda, no reunirse con familiares, no sacar a pasear a los niños.

Tener en cuenta que, tanto usted como cualquier otro, puede transmitir el virus y poner en riesgo a sus seres queridos, incluidos los adultos mayores, crónicos y menores de edad que son los grupos de mayor riesgo.

Responsabilidad social

Tanto médicos como científicos y la autoridad sanitaria han recalcado que la batalla contra el coronavirus se logrará sólo si la comunidad cumple con las reglas establecidas.

Ese cumplimiento, independiente del riesgo de multas o sumarios sanitarios, debe nacer de cada uno.

Los especialistas recalcan que la responsabilidad social parte por no salir de casa si no absolutamente necesario, no recibir visitas, usar bien la mascarilla, mantener el distanciamiento social y lavado frecuente de manos.

Ahora en Fiestas Patrias, aunque exista permiso, quedarse en casa será muestra de la responsabilidad social como ciudadanos.

Cuidado de la Salud Mental

Vivir con el virus y, especialmente, en un confinamiento obligatorio, implica necesariamente, según especialistas, en Salud Mental generar rutinas que algo de normalidad entreguen a su vida.

Horario para levantarse, trabajar, realizar actividades domésticas y también tiempo libre son parte de la combinación ideal.

Pamela Vaccari, jefa de la carrera de Psicología de la Universidad de Concepción, recomendó crear espacios seguros para los niños, explicarles que es un pandemia y que así como han sucedido otras, ya se encontrará una solución, “pero hay que tomárselo con calma, porque esto viene para largo”.

Según el psicólogo clínico, Gregorio Valenzuela, para evitar la ansiedad es recomendable conversar con familiares para construir explicaciones satisfactorias para nosotros y apoyarse, organizar el tiempo en casa, y actividades para el reencuentro familiar.

En caso de vivir solo, aseguró que la tecnología es una aliada para interactuar con seres significativos.

Teletrabajo

La Covid-19 no sólo ha generado cambios en la rutina diaria, ya no saludamos de mano ni de beso, mantenemos distancia social y ahora, la mayoría de las empresas optó por el teletrabajo, buscando evitar más infectados.

Para rendir a distancia Fernando Marchant, psicólogo de Vidaintegra, en tiempos de cuarentena es vital mantener la calma y crear rutinas que permitan realizar todas las tareas con éxito. Aconseja programar horarios, metas y descansos, pero, además, realizar una autoevaluación sincera y objetiva sobre su rendimiento laboral para ir funcionando cada día mejor.

Isaías Sharon, psicólogo y director ejecutivo de Smart Coach, recomendó a los trabajadores hacer horarios para despertar y para dormir, mínimo de siete u ocho horas. Mantener rutinas alimenticias, pues al estar más tiempo en casa aumenta la ansiedad y, con ello, el exceso de alimentación que aumenta los estados irascibles.

Además del esfuerzo de los trabajadores, los directivos deben ser respetuosos y atentos con los colaboradores y ser capaces de tomar decisiones adecuadas para disminuir la incertidumbre.

Transporte Público

Si bien, tal como lo explicó el seremi de Transportes, Jaime Aravena, no se puede generar una norma de distanciamiento social en el transporte público, pues implicaría aumentar al doble las dos mil máquinas existentes, aumentar las frecuencias y velocidad de desplazamiento.

Por el momento, la Seremi está llevando adelante iniciativas como creación de ciclovías temporales y mayor fiscalización al uso de vía exclusivas de transporte, entre otras.

Sin embargo, hasta ahora es importante tener en claro que cualquier aglomeración puede ser fuente de contagio, por lo tanto, dependerá de usted el intentar trasladarse, idealmente, a pie o en bicicleta, vehículo particular, o bien, si lo hace en locomoción pública intentar mantener la distancia social, evitar subirse a máquinas llenas o tocar los pasamanos.

Se recomienda que no transite en horas puntas, tarea que el ministerio del Trabajo tiene que desarrollar para que las empresas determinen horarios diferidos para evitar aglomeraciones.

La viveza del chileno

Fiestas domiciliarias, funerales masivos e, incluso, manifestaciones de diversa índole han puesto de manifiesto que la chileno, en general, le cuesta cumplir las reglas y buscan, a través de la picardía, salirse con la suya.

Manuel Antonio Baeza, sociólogo y académico de la Universidad de Concepción (UdeC), explicó que la llamada viveza del chileno es la primera clave del comportamiento que algunos muestran.

Según Baeza, otro factor es la deslegitimación de la autoridad, fenómeno de descontento que se mostró a partir de octubre de 2019, que los hace exponerse más allá de lo necesario, a pesar de que la consecuencia de ello sea la muerte. “El llamado es a la responsabilidad y conciencia, son rasgos culturales que nos favorecen ahora”, dijo.

El psicólogo Nicolás Obreque dijo que el incumplimiento de normas sanitarias, a pesar de su importancia, se explica por la resistencia a los cambios que el ser humano tiene a nivel mental. Intransigencia presente mayormente en los Baby Boomers (nacidos entre 1944 y 1964). “Tienen poca capacidad de adaptarse a los cambios y modificar sus rutinas”, comentó.

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