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Salud municipal se prepara para enfrentar el Covid-19

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Marcar asistencia en el reloj control, pasar por la encuesta de salud, tomarse de temperatura, lavarse las manos, reposición de nueva mascarilla, cambio de ropa y colocarse todos los elementos de protección personal (EPP) según el área de trabajo es parte del estricto protocolo que deben cumplir los funcionarios de los Centros de Salud Familiar (Cesfam) desde el inicio de la pandemia.

La entrega de implementos se ha ido perfeccionando con el tiempo, lo que permite ordenar la distribución de los EPP entre los funcionarios, evitando así un desabastecimiento de los implementos.

“Trabajar en un recinto vinculado a la salud, en este contexto, requiere de extremar todos los cuidados, tanto para nuestros funcionarios y también para nuestros usuarios. Y eso es lo que hemos visto, por ejemplo, acá en Cesfam del sector Lorenzo Arenas y que se hace en cada uno de los Cesfam de Concepción”, dijo el alcalde penquista alcalde Álvaro Ortiz, tras visitar el centro de salud.

Juan Manuel Venegas, director del Cesfam Lorenzo Arenas, explicó que establecieron tres líneas de trabajo. “La primera línea, son los funcionarios que están en directo contacto con la comunidad, cuando solicitan atención médica, consultas respiratorias o no respiratorias. Ahí la protección es absoluta con todo el equipamiento. En una segunda línea están los funcionarios que entregan medicamentos y alimentos, donde el uso de EPP es menor. Y la tercera línea, es la que cumple con labores administrativas y que tiene menos contacto con usuarios”.

En tanto, Camila Álvarez, médico del Cesfam dijo que “el coronavirus, aunque hay gente que no lo cree, es serio. Puede que haya gente que le dé con pocos síntomas, pero para mucha de nuestra población usuaria, que tiene factores de riesgo, que son hipertensos, que son diabéticos, síi corren peligro. Entonces, más que nada es protección principalmente para ellos, tanto como para nosotros ya que siempre hay que estar pendiente de estos implementos”.

El programa y los implementos implicaron una inversión de más de $280 millones realizada por la Dirección de Salud municipal y el trabajo conjunto y comunitario de los equipos de salud que ha permitido que instituciones también colaboren de manera significativa con la donación de estos insumos, como la efectuados por iglesias y empresas privadas.

 

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