Por años vecinos de los sectores rurales de Santa Juana debieron sacar agua de pozo o de vertientes y apoyarse del abastecimiento de camiones aljibes para obtener el líquido, tanto para consumir como para el riego de sus huertas.
Sin embargo, ahora gracias a la operación e proyectos para agua potable rural se inauguró el servicio potable para 145 familias de sectores como Curalí, Paso Largo y Cólico Alto.
En algunos casos como Paso Largo, se mejoraron APR ya existentes, que consistió en el mejoramiento de la bocatoma, sistemas sedimentadores, instalación de tres kilómetros de manguera (desde Bocatoma hasta el estanque que tiene 30 mil litros). En Cólico Alto se desarrolló un proyecto similar y en Curalí se acondicionó el sedimentador y se instalación de dos casetas de tratamiento.
La dirigente Vecinal Patricia Gutiérrez destacó que este es un gran avance para el sector, sobre todo en plena crisis sanitaria. “Es ayuda fundamental para los vecinos y ello se realizó gracias a esfuerzos compartidos entre el municipio, Gobierno Regional y la comunidad”.
La vecina Dominga Díaz recalcó que el agua es fundamental no sólo para consumo humano, sino también para el regadío, pues la mayoría de las familias sobrevive de la agricultura.
En tanto el alcalde, Ángel Castro manifestó que, “estamos en tiempos complicados, donde el agua es clave para muchas familias. Se ha realizado un gran esfuerzo para mejorar sistemas ya existentes o poner en marcha nuevos APR. Destacar que aquí hay trabajos compartidos y lo más relevante es mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos”.