Especialistas explican los resguardos que deben tener los padres para evitar que los menores sean afectados por el virus. Madres deben vacunarse contra la influenza y no salir del hogar para disminuir los riesgos.
Nadie está a salvo de la pandemia. De hecho, la Región suma 109 menores de dos años que se han contagiado de Covid-19.
La seremi (s) de Salud, Isabel Rojas, detalló que en Bío Bío se contabilizan: cinco con menos de un mes que tienen el virus; tres de un mes; y cinco de dos y tres meses, por nombrar algunos, y el mayor nivel de afectados, que suma 49, entre uno y dos años.
El número podría aumentar más, pues según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) podrían registrarse 116 millones de nacimientos posteriores al inicio de la pandemia.
Aurora Cabello, pediatra de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), afirmó que si bien la mayoría de los bebés contagiados son asintomáticos, un porcentaje menor puede presentar dificultad respiratoria, fiebre, tos y rechazo de alimentación.
Para evitar contagios, los padres deben seguir recomendaciones generales como lavado de manos, distanciamiento social y uso de mascarilla cuando salen de la casa, cambiarse de ropa al volver a casa, lavarse la cara y manos antes de tocar al menor. La madre, en cambio, no debe salir del hogar.
María Carolina Rodríguez, directora de la carrera de Obstetricia de la Universidad Andrés Bello (Unab), aseveró que las embarazadas deben: vacunarse contra la influenza para tener claridad frente a un cuadro respiratorio; disminuir las salidas al máximo para evitar incubar el virus y, en caso de síntomas asociados a la Covid-19, contactar telefónicamente a su matrona o médico para coordinar una visita domiciliaria, o bien, acudir al centro médico si es necesario, especialmente, si resulta positiva al PCR.
Si el padre está con Covid-19, además de las reglas anteriores, detalló Cabello, debería evitar todo contacto con el menor y, en el caso de la madre, si se infecta antes del parto y es asintomática debe practicar el apego con mascarilla. Ahora, si tiene síntomas no debe tener contacto con la piel del bebé.
Si la madre debe ser hospitalizada se recomienda no separarla del niño, que ambos estén en una sala aislada, con la cuna del recién nacido (RN) a una distancia mínima de 1,8 metros. “Cuando lo atienda o alimente debe lavarse las manos antes y después, y usar siempre mascarilla. Mismas indicaciones que debe seguir al volver a su casa, colocando la cuna a los pies de la cama matrimonial”, explicó.
Ahora bien, si existe sospecha de contagio del bebé se debe consultar de inmediato a un centro asistencial y realizar PCR. Según la sintomatología pueden enviarlo al domicilio, agendando nueva consulta y controlando telefónicamente todos los días. Pero si la situación cambia, debe ser hospitalizado , especialmente, presenta fiebre o dificultad respiratoria.
Samuel Meza, nutricionista de la Ucsc, recalcó que la lactancia no se debe suspender, pues leche materna tiene características nutritivas, es inmunoprotectora, ya que “aporta inmunoglobulina A secretora como el principal isotipo, anticuerpo que puede reconocer y neutralizar algunos virus, bacterias, enzimas y toxinas, que brinda inmunoprotección pasiva al RN contra infecciones gastrointestinales y respiratorias. La evidencia también informa que tiene fagocitos mononucleares, que son capaces de ingerir ávidamente bacterias y virus”, comentó.
Rodríguez acotó que en caso de no poder amamantar, se debe extraer la leche con un aparato especializado para ello, alimentar al bebé con una cuchara o recipiente limpio, usando siempre la mascarilla.
Un quejido al respirar evidenció que Maite, nacida el 18 de abril en la Clínica Bío Bío, sufría síndrome de dificultada respiratoria, lo que derivó en siete días de hospitalización.
Debido a las restricciones que genera la Covid-19 en los centros de salud y considerando lo importante que es generar el vínculo entre padres e hijos, la clínica implementó un sistema de acompañamiento virtual, así Nicole Chávez, madre de Maite, pudo sobrellevar el aislamiento de su hija.
Fernando Valenzuela, pediatra y jefe de la Unidad de Neonatología del centro de salud, aseveró que si bien la cámara nunca va a reemplazar el contacto presencial, permite atenuar esa falta contactándolos.
Tres veces al día, en horario definido, los padres pueden ver y hablar al menor, y en uno de los llamados, se incluye al médico de turno para que explique la evolución del paciente.
“Ellos sienten el contacto, aunque no sea físico y los ayuda a recuperarse. Reconocen voces, especialmente si la mamá o el papá les habló durante el embarazo”, dijo Carolina Venegas, matrona de Neonatología de la clínica.
La cobertura de salud es vital, especialmente, durante la pandemia, desde el momento en que nacen.
Por eso, el seguro público creó el servicio “Hoy nací y ya soy Fonasa” que entrega cobertura y protección de salud a los niños, a penas son inscritos en el Registro Civil, evitando que los padres realicen el trámite con certificados de nacimiento y otros documentos, lo que, según Marcelo Mosso, director nacional de Fonasa, da tranquilidad financiera a los padres y evita desplazamientos.
Para hacerlo efectivo basta que el padre pida el comprobante de parto en el establecimiento de salud y con la cédula de identidad vigente vaya al Registro Civil a realizar la inscripción. Luego, dicho servicio coordina con Fonasa para que el recién nacido sea reconocido como carga de Salud y obtenga toda la protección necesaria ante cualquier complicación.