Ciudad

Crisis en los campamentos: vuelven las ollas comunes

Ante la imposibilidad de salir a trabajar y la falta de alimentos, los residentes han decido apoyarse entre ellos. Critican desprotección por parte de los municipios.

Por: Mauro Álvarez 27 de Mayo 2020
Fotografía: Raphael Sierra P.

Un total de 131 campamentos existen en la Región del Bío Bío, principalmente concentrados en Concepción (13), Talcahuano (21) y Lota (24), según el catastro llevado a cabo por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. El hacinamiento y la falta de trabajo es lo que más ha complicado a los residentes de estos territorios, tras el avance del coronavirus.

Ante la falta de alimentos, lo anterior ha motivado el inicio de ollas comunes para apoyar, principalmente, a niños, adultos mayores y mujeres embarazadas.

Así ocurre, por ejemplo, en los campamentos Las Algas Bajas y Las Gaviotas de Talcahuano, quienes unieron fuerzas y entusiasmo para desarrollar la iniciativa: “Campamento ayuda a campamento”.

Cristina Durán, dirigenta del campamento Las Algas Bajas, conformado por 164 familias en un total de 100 viviendas, explicó que “la situación actual es compleja, la gente vive hacinada, a eso hay que sumarle que tenemos 125 niños menores de 10 años, de los cuales 30 son lactantes. Se están quedando sin leche, a raíz de la falta de trabajo de los padres y el nulo apoyo que sentimos desde el municipio”.

Durán agregó que, para poder subsistir, junto con la olla común, han recurrido a otros mecanismos de sustento. “Las chiquillas están haciendo rifas para poder llevar el pan a sus casas, esto porque vemos complicado el abastecimiento. Son más de 40 personas cesantes, entonces el seguro de cesantía por cobrar es bajo”, aseguró.

María Provoste, dirigenta de Las Gaviotas, en tanto, indicó que la realidad en su campamento es crítica. “No tenemos pañales para las guaguas, somos 120 familias, con un total de 42 niños, de los cuales 27 son lactantes. Estamos preocupadas porque no sabemos cuánto tiempo va a durar esto, vemos que el coronavirus avanza y cada día hay menos empleo”, aseveró.

Al otro lado del Bío Bío, Gina Rivas del campamento Villa Jericó de Lota, comentó que en la comuna la situación es igual de compleja. Es por ello que como vecinos, cerca de 250 familias, se han unido aportando víveres para los que menos tienen.

Explicó que “hicimos una cadena por WhatsApp con nuestros conocidos, a quienes les pedimos alimentos y armamos pequeñas canastas. Si un campamento está mejor que otro, este lo ayuda”.

Controles médicos

Otro de los puntos de preocupación de los vecinos de los campamentos es la falta de controles médicos, como los de embarazadas; los que se han visto suspendidos a raíz de la  pandemia.

Tal es el caso de Jacqueline Ortega, quien calcula que tiene entre 5 a 6 meses de embarazo. “Cuando me di cuenta de que estaba embarazada ya estaba en avance el coronavirus, pero en el Cecof de Los Lobos Viejos no estaban atendiendo, por lo que no he tenido controles”, relató.

Desde el municipio de Talcahuano, en tanto, explicaron que se pusieron en contacto con la usuaria, por lo que será atendida dentro de esta semana.

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