La poca afluencia de público se traduce en bajos ingresos en un trabajo que depende mucho del día a día, y donde el riesgo de contagio es elevado.
La crisis sanitaria ha mostrado imágenes de ciudades desoladas, con gran parte de la población en sus casas y unos pocos realizando labores en el exterior.
La locomoción colectiva ha mantenido sus funciones, bajando considerablemente la oferta, ante una demanda muy baja de personas, que se traduce en ingresos pequeños para un gremio que depende mucho de la entrada diaria de dinero.
“Afecta enormemente esta crisis, porque no hay ingresos donde no anda gente. Muchos choferes se mantienen sin sueldos y ganando solamente por boletos cortados. Algunos empresarios apoyan con recursos de los subsidios que reciben del Estado. Quienes salen a las calles lo hacen por fuerza mayor, exponiéndose al virus, más allá de las medidas de seguridad, es fácil contagiarse”, señaló Ignacio Salas, chofer de la ruta Chiguayante Sur.
Por su parte, Franck Schmidt, conductor de Vía Láctea, comentó que “nos afecta mucho económicamente y también psicológicamente. Hay mucha gente que no sale a usar la locomoción colectiva porque hay una gran posibilidad de contagio. La ayuda del gobierno ha sido poca, han sanitizado las máquinas en los terminales, pero la seguridad del conductor la costea la línea o el propio conductor. Nosotros ganamos con lo que hacemos en el día a día y existe una incertidumbre de no saber cómo irá evolucionando esto”.
La crisis también se refleja en los colectivos que circulan en la intercomuna. Raúl Echeverría, chofer de la línea 21, indica que “debido a las medidas sanitarias que se tomaron en algunas comunas tuvimos que cambiar nuestros recorridos. Hoy circula mucha menos gente en las calles y eso nos afecta claramente en nuestros ingresos. En días normales uno puede generar en promedio 30 mil pesos, y durante la crisis llegamos con mucho esfuerzo a reunir unos 8 mil pesos diarios. Uno toma las precauciones de seguridad para evitar el contagio, pero se asume un riesgo al momento de salir a trabajar ya que necesitamos de estos ingresos todos los días”.
A través de la seremi de Salud se han sanitizado máquinas, mientras en Talcahuano lo han hecho con los colectivos, mientras tanto, muchos choferes viven el día a día con incertidumbre.