Participación transversal tuvo marcha convocada por más de 20 organizaciones locales. El derecho a vivir tranquila y sin abusos fue uno de los más exigidos.
Banderas de múltiples colores, cánticos por la libertad e igualdad, carteles que dejaban en claro que la mujer chilena no es sumisa, obediente ni tonta, fueron parte de las postales que quedarán en la retina de los penquistas tras la multitudinaria marcha que se realizó ayer para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.
Vestidas de negro la mayoría, ya sea con pañuelos verdes o morados, acompañadas por hijos y nietos, fueron cientos las que se reunieron en las plazas Perú y España, además de la rotonda Paicaví, desde donde una gran fila, que sumó más de siete cuadras continuas, avanzó por avenida Los Carrera, estimándose la presencia de cerca de 30 mil mujeres.
Lía Placencia, integrante de la Red de Articulación Feminista de Concepción, aseveró que mientras más mujeres participen mejor, pues no sólo quieren revelar las problemáticas de las mujeres, sino también el apoyo que logró la acción.
“Nadie va a detener a las mujeres ahora. Estamos cansadas que nos digan qué hacer”, dijo Claudia Sáez. alumna de tercer año medio del Liceo Brasil, quien aseguró que marcha por sus derechos, pero sobre todo, por “los derechos que le robaron a mi madre y mi abuela, no tuvieron educación, no tienen una buena salud y las pensiones son un robo”.
Para Graciela Cruz, perteneciente al movimiento Trabajadores de la Salud en Rebeldía, “creemos que las mujeres podemos lograr un cambio. No hay revolución si no está la mujer en acción. La Salud y la Educación en el país necesitan un cambio profundo. La Salud en Chile no es un derecho, es un acceso y un acceso muy malo por lo que la gente se muere esperando por una hora o una cirugía”.
Sofía Valenzuela, una de las representantes de la Red de Investigadoras de Concepción, afirmó que como red buscan impulsar a que cada año más “niñas se incentiven por la ciencia y apoyarnos entre nosotras mismas para poder liderar proyectos”.
La bioquímica, aseguró que saben que la brecha al medirse con los varones es enorme, pues sólo un 25% de los investigadores que lideran proyectos son mujeres. No sólo faltan recursos, sino también apoyo a las investigadoras cuando desean ser madres porque se produce una brecha en los avances con sus colegas científicos. Nos toca hacer cosas que a los colegas no”.
Yamil Burdiles, de 23 años, llegó en su silla de ruedas, a torso descubierto, para participar en la marcha de conmemoración por el Día Internacional de la Mujer. “Vengo por mí, por todas mis ancestras y por las que vendrán. Quiero que todas estemos en la calle libre, que no tengamos que ser valientes, que no tengamos que avisar que llegamos, que la sociedad no sea insegura para nosotras y que podamos desarrollarnos de manera libre”.
De hecho, Burdiles al ser consultada por su derecho de andar semi desnuda marchando, destacó “con ropa o sin ropa, mi cuerpo no se toca”, dejando en claro que los abusos contra la mujer deben culminar.
La marcha recorrió desde avenida Los Carrera, llegando hasta el frontis del Gobierno Regional, retornando sin incidentes hasta el centro de Concepción pasadas las 19.30 horas.
Raphael Sierra P.
Isidoro Valenzuela M.
Isidoro Valenzuela M.
Isidoro Valenzuela M.
Isidoro Valenzuela M.