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Arquitectos: a pesar de duras críticas, consulta ciudadana es un aporte para Concepción

Coeficientes como la constructibilidad, retranqueo y distanciamientos, entre otros, debieron ser parte del análisis. Se cree que los procesos participativos serán cada vez más técnicos, lo que implicará informar a la población, calendarizarlos adecuadamente y que tengan modo virtual y presencial.

Por: Ximena Valenzuela 02 de Febrero 2020
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Tras los resultados de la consulta ciudadana, que recientemente realizó el municipio penquista, para determinar qué altura deben tener los edificios y en qué zonas deben ubicarse estos, el instrumento de participación fue altamente cuestionado, tanto por la baja participación que obtuvo como por su carácter técnico.

Y es que al comparar los 11.728 sufragios recibidos entre el 24 y el 26 de enero, con la consulta de 2015 para determinar si Barrio Norte sería comuna o no, que obtuvo más de 20.000 votos, claramente la respuesta del proceso actual fue baja.

La reducida votación, que corresponde al 5% del padrón electoral, también se debería, según entendidos en la materia, a que la consulta era muy técnica, un área que para muchos debería estar en manos de especialistas y no de la comunidad.

A pesar de las críticas, el alcalde penquista, Álvaro Ortiz, aseveró que la consulta constituye un insumo más para que el Concejo Municipal defina en marzo, independiente de que se trate de una instancia que no es vinculante, constituyen un elemento importante para que los ciudadanos se involucren en las decisiones importantes que se deben tomar en la ciudad y en los lugares donde viven.

De hecho, para el jefe comunal el carácter técnico de la consulta no constituyó un problema de baja participación, pues a través de una serie de encuentros barriales, audiencias públicas y conversatorios, que realizaron desde 2018 hasta octubre de 2019, buscando que la ciudadanía estuviera al tanto de lo que implica la modificación del plan regulador actual, vigente desde 2004.

Críticas

Para el arquitecto penquista, Antonio Marisio, obviamente la consulta es positiva, tomando en cuenta que la comunidad debe ser activa en la conformación de su futuro y no delegar en unos pocos dicha tarea.

Sin embargo, a su juicio la consulta cayó en el reduccionismo al poner sólo la variable altura a la discusión y no considerar que la planificación urbana es multifactorial.

Otros coeficientes como la constructibilidad, retranqueo, antejardín, distanciamientos, ocupación de pisos superiores y densidad, entre otros, debieron ser, a su juicio, parte de la ecuación.

Comentó que la propuesta del PRC es reactiva frente al desarrollo inmobiliario, que proactiva al desarrollo de la ciudad en toda su dimensión, sin poner la mirada en la ciudad que queremos para 20 o 30 años.

“No se debe demonizar la altura perse sino intentar entender por qué, más allá de la estética hay edificios altos que sí queremos y otros que no. Estudios solares revelan cómo edificios, altamente distanciados generan un bajo impacto solar en el espacio público”, dijo.

Para el profesional, argumentar que la oferta inmobiliaria no es proporcional a la demanda, basándose en el crecimiento demográfico como factor -que se ha estancado en 3,5% según el INE- es desconocer que Concepción es el epicentro de un polo industrial y académico, una ciudad de servicios que tiene una población flotante que no está seriamente censada.

“Aún sin crecimiento existe una demanda constante de ciudadanos que ingresan al mercado laboral y requieren viviendas, sin considerar que las actuales generaciones consolidan nuevas familias a mayor edad, lo que aumenta la demanda de viviendas pequeñas bien ubicadas”.

Mal definida

La opinión de Marisio en cuanto a la consulta, es muy similar a la entregada por la Cámara Chilena de la Construcción, que si bien valoró los esfuerzos del municipio por involucrar a la ciudadanía en la toma de decisiones, lamentó que la consulta se haya centrado sólo en la visión de altura y no en una visión de ciudad.

De hecho, el gremio aseveró que la baja participación fue producto de que las alturas no es un tema prioritario para la ciudadanía, sino más bien, tal como lo evidenció la encuesta que GFK Adimark realizó en octubre, las prioridades de los penquistas están en la seguridad, capacidad peatonal y acceso a áreas verdes entre otros.

Un aporte

Para Leonel Pérez, decano de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía (Faug) de la Universidad de Concepción, tanto la consulta ciudadana penquista, así como la que realizó San Pedro de la Paz en septiembre pasado para proteger la laguna Junquillar y el estero Los Batros, son un aporte.

Recalcó que hasta la modificación del plan regulador actual, todos los aspectos se definían con grupos pequeños de la población, como los gremios y colegios profesionales, para él la apertura a la comunidad es positivo, independiente de los argumentos estadísticos y técnicos que puedan tener algunos sectores para invalidarla.

“Lo importante es saber cuál es la opinión de la ciudadanía en un aspecto tan importante como la altura. Tenía un sentido de urgencia, considerando que en el año ingresaron 110 permisos de edificación al municipio. Lo que evidencia que no existe un estancamiento del área de la construcción, sino un claro dinamismo”.

Manifestó que ahora se viven nuevos tiempos, que implicarán una serie de consultas más, quizás muchas con aspectos más complejos que la altura y el uso del suelo, pero que lo importante es que no sólo sean vía internet, sino presencial para dar posibilidad de participación a los adultos mayores.

Para las próximas, según dijo, es ideal preparar el ambiente, con información tal como lo hizo el municipio, e idealmente no en un período pre vacaciones como ahora ocurrió producto del estallido social que obligó a modificar la fecha, programada inicialmente a fines de octubre de 2019.

Temas como retranqueo de edificios, adosamiento y rasante quizás, a su juicio, serán motivo de próximas consultas para ir paulatinamente avanzando en el desarrollo óptimo de la ciudad.

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