Expertos y parlamentarios consideran que la educación de los futuros policías será fundamental para cambiar la mala imagen de la institución tras su actuar en el estallido social.
En pocos meses Carabineros pasó de ser considerada una de las instituciones más intachable y mejor evaluadas por la ciudadanía a una de las más cuestionadas por su actuar interno y externo.
De hecho, hace 15 años, coincidiendo con la muerte del general Alejandro Bernales, la policía uniformada gozaba de su mayor reconocimiento político y ciudadano. Sin embargo, la debacle en la institución comenzó la noche 6 de marzo de 2017, cuando el general Bruno Villalobos reconoció ante la opinión pública un fraude al interior de la institución que al día de hoy alcanza los $28 mil millones.
A esto se suma el descabezamiento del alto mando de Carabineros, tras la muerte del comunero mapuche, Camilo Catrillanca, y recientemente, por el actuar policial durante las manifestaciones sociales.
Para la abogada y académica de la Universidad de Concepción (UdeC), Ximena Gauché, los cambios en Carabineros deben partir en la formación de quienes serán los futuros policías.
“Hay que mirar estándares internacionales, como los de la Unesco y otras organizaciones, que vienen desarrollando estándares de cómo se tienen que formar y educar a las fuerzas armadas, orden y seguridad. A ello, debemos sumar que tengan contenidos efectivos de DD.HH. y no cosas retóricas. Cualquier cambio estructural que tú hagas puede ser hasta cosmético si no logras incidir en el proceso básico que es la formación”, expresó Gauché.
Por su parte, el director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (Indh), Sergio Micco, sugirió una reforma estructural en la institución, más allá de lo que ocurre en la actualidad, que abarque procesos de selección, formación y capacitación. “También debe tener procesos de control interno y externo en donde sea capaz de contar con una nueva doctrina. Este es un debate que recién comienza y se necesita una reforma profundísima”.
Micco ahondó en que la situación en Carabineros se arrastra hace años, lo que se debió a que los gobiernos inyectaron recursos y entregaron autonomía a la institución sin un control efectivo.
El senador Alejandro Navarro (PRO) consideró que la “batalla” contra la delincuencia se dejó en manos de una institución y que eso debe variar desde ahora. “Esto es un punto de inflexión en las vocaciones y el cheque en blanco que se les entregó terminó costando muy caro. Debe haber un proceso de formación en DD.HH. y no más cambios abruptos en los generales por temas políticos como ocurrió con Piñera, ahí se perdió mucha experiencia en manejo de crisis”, opinó.