La mayor información médica sobre el riesgo de consumo sería la causa de disminución. Universitarios de 23 y 24 años lideran el grupo de mayor prevalencia con 57,6%.
Según el último estudio de prevalencia del consumo de drogas y alcohol en la población general, realizado por Senda, la Región, por primera vez en ocho años, registró una baja en el consumo de marihuana, de 1,7 puntos porcentuales con respecto al último análisis realizado en 2016.
Jorge Bastías, director regional de Senda, explicó que el estudio que involucró a 1.782 personas entre 12 y 64 años, revela un quiebre que se refleja, tanto a nivel nacional como regional, en el consumo de cannabis.
“Es un logro muy importante, pero aún hay muchas tareas (…). En 2016, la marihuana registraba un 10% y ahora es de 8,3%, lo que se explica con una mayor percepción de riesgo”, dijo y agregó que la Región se encuentra bajo la media nacional que es de 12,5%.
Bastías manifestó que la disminución en el consumo -que a nivel nacional fue liderado por mujeres de estratos altos- no sólo se debe al trabajo de Senda, sino también a las sociedades médicas que han revelado los peligros de consumirla a temprana edad y del aumento de la información que recibe la población en general.
Y, a pesar que las cifras son auspiciosas, existe una alta preocupación por el consumo en la población universitaria. De hecho, el estudio sobre dicho grupo, que se realizó en 2018, mostró que la prevalencia de consumo de marihuana en el último año fue de 49,5%, siendo de 55% en hombres y 44,4% en mujeres.
El mayor consumo de la droga se instala entre los 23 y 24 años, llegando a 57,5%; aunque de cerca están las personas entre 21 y 22 años con 53,9%; 25 años o más llega a 47,4%; y entre 18 y 20 años es de 43,8%.
“El consumo en la población universitaria es tremendo y muy preocupante. Esperamos realizar una segunda parte del estudio. Los rectores de las distintas casas de estudios están muy preocupados, me he reunido con varios de ellas porque tienen que generar estrategias internas”, dijo y explicó que debido a la diferencia de alumnos e, incluso, de infraestructura, no se puede realizar una política estándar para todas las universidades.
El estudio, que se realiza desde 1994, cada dos años, ha permitido, según el director de Senda, crear políticas públicas en la materia, buscando disminuir cada vez más el consumo, tanto de drogas como la marihuana, cocaína, alcohol y estupefacientes.
Si bien, cerca del 80% de la población consultada tiene una alta percepción del riesgo que implica para la salud consumir alcohol, su consumo ha disminuido muy poco, pues en 2016 equivalía al 40,1% de la población, según los registros de 2008, corresponde a un 37%.
“Siempre ha sido preocupante, el alcohol es una de las sustancia a nivel mundial que produce más muertes”.
Por ello, Senda está trabajando con 22 de las 33 comunas de la Región, a través del programa Previene, y en el caso de las comunas que no tienen el programa, realizan una labor directa y esperan, en un mediano plazo, dar cobertura a toda la Región.
Bastías reconoció que las ordenanzas municipales, que restringen la venta a menores de edad, así como la entrega y renovación de patentes son importantes apoyos para disminuir el consumo.
El informe de Senda también mostró una baja, al comparar 2016 y 2018, en el consumo de tabaco de 19% a 16,2%, lo mismo sucedió con la cocaína que de 1,2% ahora registra 0,6%, casos en los que, según Bastías, la percepción de daño es mayor, lo que favorece la baja.
Cabe destacar que actualmente, el programa Elige Vivir sin Drogas, se está desarrollando en Talcahuano, Chillán y Los Ángeles, pues son las con mayor matrícula, pero se espera de aquí a 2020 aumentar a 10 comunas las beneficiadas con la iniciativa.
Diseño: Andrés Oreña P.