Trabajadores de la municipalidad como también ciudadanos se incorporaron a las labores de limpieza tras las manifestaciones violentas que se tomaron algunas calles de la zona céntrica de la capital penquista. Alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz, estimó los daños en 800 millones de pesos.
El centro de Concepción es una lágrima. “Lo que está pasando acá es igual a las películas futuristas que muestran el caos. Este (ayer) es el día 10 y desde el primero hemos tomado resguardos”, dijo Fernando Ramis, jefe de Aseo y Ornato de la Municipalidad de Concepción.
Las farmacias funcionan con sus cortinas en un 90% cerradas y con personal policial en las pequeñas puertas. El suelo es una mezcla de vidrio molido, adoquines rotos y gas lacrimógeno. Hay frustración, miedo, impotencia y una sensación de inseguridad que tiene a muchos cabizbajos. Decenas de locales han reforzado sus cortinas metálicas y ni hablar de las grandes tiendas. En las pocas donde queda algo por vender, hay murallones blindados para que ningún vándalo ingrese. Y rayados por montón.
“A la fecha llevamos más de 1.500 toneladas de basura y escombros. Al principio de las manifestaciones, partimos con 60. Además, el vapor ácido de las lacrimógenas afecta a los vecinos del sector cuando con una escoba se friccionan los gases”, agregó Ramis.
El municipio penquista estimó las pérdidas, hasta el momento, en 800 millones de pesos. “Debemos ver las vías de financiamiento para tener esos recursos. Queremos que Concepción empiece a funcionar de manera mucho más tranquila. Los hechos de violencia han sido puntuales y no representan en lo absoluto el movimiento social del país. Esto ha afectado al comercio establecido, ya que es la principal actividad económica, que genera empleo y movimiento en la ciudad”, afirmó el alcalde Álvaro Ortiz.
Hay penquistas que piensan que el movimiento se desvirtuó y son los delincuentes quienes se tomaron las calles. De lo contrario, es difícil explicar que al oscurecer en pleno centro, el sonido de cacerolazos haya sido opacado durante estos últimos días por las barricadas e incendios. “Hay ciertos grupos que están organizados para realizar este tipo de hechos violentos. Una cosa son las manifestaciones pacíficas y lo otro es la violencia desatada que todos condenamos, porque afectan la vida de los habitantes”, aseguró Sergio Giacaman, intendente del Bío Bío.
“Da la sensación que estamos siendo sobrepasados”, aseguró el general de Carabineros, Rodrigo Medina, agregando eso sí que “la gente debe estar tranquila, ya que tenemos los recursos necesarios para combatir esta contingencia”.
Medina entregó cifras que no lo enorgullecían. “No estoy tranquilo”, reveló, sobre los 1.249 imputados por delitos y saqueos durante estos días, de los cuales 36 son por los incidentes en la tienda Johnson. Además, en todo Bío Bío, el total de carabineros lesionados son 62. Hay 54 vehículos dañados, 10 cuarteles en la misma condición.
Municipalidad de Concepción
A vista y paciencia de muchos, el paseo peatonal de Barros Arana fue víctima del descontrol total de un grupo de violentistas que arrasaron con todo y quemaron lo que pillaban a su paso. ¿Cómo se explica lo anterior? ¿Por qué tienen tanto tiempo los desadaptados para actuar?
El general de Carabineros, Rodrigo Medina, sostuvo que “debo ser muy prudente para abordar la táctica policial. Para nosotros sería fácil salir a combatir mano a mano, pero debemos hacerlo de manera gradual. Tenemos que actuar en base a la proporcionalidad y a veces hay que rearticularse en el minuto. Hemos hecho todo lo posible para no llegar al enfrentamiento cuerpo a cuerpo y es importante aquello, porque para nosotros sería fácil eso, pero hay que ser responsable con las críticas, ya que ahí los carabineros lesionados serían 100 y no 60. Hay un malestar de la comunidad y lo tengo claro, al decir que podemos estar actuando en forma tardía. Pero no puedo exponer a Bomberos a que pinchen sus carros, porque la cantidad de miguelitos, barricadas y obstáculos son muchos. Es difícil contener a esta masa de gente, que no tiene piedad con nadie y brindan como única sensación a la gente, que van a ocasionar desórdenes”.
Pero, ¿hay anticipación de parte de Carabineros?, ¿qué pasa con el trabajo de inteligencia? Caja Los Andes ha sido el foco más grande de incendios y saqueos, al igual que la tienda Johnson’s de Barros Arana, la cual quedó totalmente vacía y con ropa, muebles y electrodomésticos transformados en una inmensa capa de humo negro.
Medina afirmó que “si llegamos al enfrentamiento 100%, otro gallo cantaría. Todas las personas tienen derecho a vivir y hay que ser prudentes. Sería fácil pasar el carro por encima, pero, ¿quién responde? no soy nadie para dar una orden estúpida y fuera de sí para atacar a la gente. Al contrario, hay técnicas y tácticas acordadas con el Indh. Esos protocolos son graduales y no podemos negarle a nadie el derecho a desplazarse en las ciudades, calles y caminos de la Región y el país. Ánimo a nuestra gente y a mis Carabineros, que se han sacado la mugre”.
Isidoro Valenzuela M.
Nadie que viva o trabaje en pleno centro penquista, lo ha hecho con la normalidad que lo realizaba hace dos semanas. Basta caminar por el paseo peatonal de Barros Arana para dimensionar los alcances de los disturbios de un movimiento social totalmente legítimo, pero que por su violencia tiene superado a los vecinos y comerciantes del sector.
Por lo menos en la intersección de Tucapel con San Martín, durante la mañana de ayer un funcionario municipal se encargó de dirigir el tránsito en un lugar que tiene sus semáforos inutilizables. Hasta hoy, son 33 las intersecciones apagadas con todo tipo de daños.
“Pueden ir desde la destrucción del poste o una ampolleta, hasta la rotura de la fibra y el cableado que termina por dañar totalmente una intersección”, señaló Jaime Aravena, seremi de Transportes, agregando que “hay un grave daño allí. La reparación de las esquinas semaforizadas podrían superar los 7 millones de pesos, más un tiempo sin funcionar que ronda los 15 días. El llamado ahora es a los conductores y peatones que deban circular por esos sectores, para que lo hagan con responsabilidad”.
Además, sólo en infraestructura vial urbana, los daños superan los 20 millones de pesos y se estudia la fórmula de conseguir los recursos para su reparación. El seremi Jaime Aravena añadió que “ejecutamos este tipo de proyectos, como pistas solo bus, corredores de transporte público o mejoramiento vial en la ciudad, con el fin de beneficiar a miles de usuarios que diariamente utilizan el transporte público en el gran Concepción y que alcanzan el 70% de los viajes. Nos duele que se dañe y destrocen paraderos, señalética inclusiva (braille) y semáforos que fueron pensados con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pasajeros”.
Los daños más graves están en varios puntos claves: Paicaví con Los Carrera, Tucapel con O’Higgins y Barros Arana con Ongolmo. Eso sí, el llamado a la precaución tiene su justa razón. “Mientras no terminen los actos de violencia en el centro de la ciudad, los semáforos no van a ser reparados”, sentenció Aravena.
Y si las mismas autoridades dan señales de estar superados, ¿cómo han sido los días de los vecinos que residen en los lugares donde más peligro ha existido en los últimos días?
Hilda Ceballos, presidenta de la Junta de Vecinos de la Remodelación Concepción, expresó que “la violencia es mucha. En este sector ya tenemos incendiados más de seis locales, como Sodimac, Telepizza o el Compin. Tenemos colapsada la calle Carrera con Paicaví. Y para qué hablar de semáforos, si no tenemos. Esto es muy peligroso. Nos sentimos desprotegidos. Queremos mayor presencia de Carabineros, ya que en su mayoría somos adultos mayores”.
Tucapel sigue siendo una de las cuadras con mayor inseguridad no sólo durante las protestas en el día, sino que con la oscuridad cuando el sol cae. ¿Cuándo volverá la luz al sector cercano a Tribunales? Ortiz, alcalde penquista, dijo que “hemos coordinado para reestablecerla en lugares afectados, como también el retiro de escombros”.
Diario Concepción