El ministro de la cartera, Jaime Mañalich, fue uno de los fortalecidos tras el remezón sufrido ayer en La Moneda. En medio de una masiva marcha, desde el ambiente local cuestionaron su continuidad.
“Acá falta hasta lo más mínimo, desde los guantes de procedimiento que es algo básico entre lo básico. También medicamentos, si ni siquiera horas para nosotros los funcionarios hay. Esa es la realidad y por eso estamos aquí”, dice una funcionaria del servicio de Lavandería del Hospital Guillermo Grant Benavente, que ayer participó de la marcha de la salud convocada por le Fenats.
“Necesitamos que arreglen las máquinas, pero como el hospital tiene una deuda tremenda, las empresas no quieren hacerlo. Actualmente en mi servicio trabajamos 64 personas y falta mucho recurso más humano, lavamos toneladas de ropa y nuestros turnos son de 12 horas diarias. Queremos que eso mejore”, sentencia.
Ese era más o menos el panorama que se vio ayer al mediodía en la primera de varias marchas que se desarrollaron en el centro penquista, pero donde la salud tuvo un papel especial.
“Hay carencia de insumos, los que facturan hacen lo que quieren y nosotros tenemos que trabajar con lo poco que queda. Faltan remedios, no ha llegado nada para farmacia ni alimentación de pacientes. Y eso es solo una parte, porque nunca se acabaron las listas de espera, en ningún gobierno. Se está muriendo gente por falta de atención, nosotros tenemos un compromiso de servicio público y duele lo que pasa con la gente sin atención. Hay gente que muere en urgencia sentadas en sillas o en camillas, porque no se da abasto. Es hora de cambiar este sistema de salud”, argumenta otro funcionario del Hospital G.G.B.
Con una alta expectación se produjo ayer el tan esperado cambio de gabinete del Presidente Sebastián Piñera, como medida para tratar de frenar el estallido social. Y uno de los nombres más polémicos que se mantuvo en el equipo de Gobierno fue precisamente el titular de Salud, Jaime Mañalich.
Decisión fuertemente criticada desde el interior de la movilización. “El ministro debió irse, en las dos ocasiones que ha estado su gestión fue pésima, está probado que es muy dañino. Una muestra es cuando dijo que había terminado con las listas de espera lo que fue totalmente falso. De hecho una funcionaria fue desvinculada por dar a conocer esta denuncia. Imagínate que dentro de los funcionarios hay listas de espera para exámenes y operaciones, qué más queda para el público en general”, enfatiza Ana Soto Jara, dirigenta Fenats Hospital GGB y de la Federación Octava Región.
“Tenemos claridad que las ofertas del Gobierno son hechas como si fuéramos parte de una empresa, ellos están haciendo estrategia empresarial para cansarnos, pero no somos sus obreros. También tiene que ver con un tema de gestión por parte del director Carlos Capurro, que se mueve desde la política, y así es imposible que mejoren las condiciones del hospital”, añade.
Desde el Hospital Traumatológico, su dirigenta, Ruth Hernández, complementa lo anterior. “Estamos en una lucha social y tenemos la obligación de defender la salud de Chile. ( Jaime) Mañalich dice que no tenemos problemas en los insumos , pero no es así porque se ha visto una rebaja en todos los presupuestos que se han entregado del hospital, y eso lo hemos resentido en el día a día. Si no hay insumos, no podemos atender y las listas de espera suben. Necesitamos recursos financieros y humanos, hay un brecha del recurso humano que no ha sido concretada pese a que se prometió a inicios de este año. Jaime Mañalich ha actuado con una soberbia inaudita, nunca debió quedarse porque en vez de ayudar, no ha querido reconocer la realidad y nos ha perjudicado”, manifestó Hernández, quien confirmó que el paro nacional de la confederación se extenderá en primer término hasta el miércoles.
Por su parte, desde la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (Anef ), su presidenta regional, Lorena Lobos, debe proseguir porque apunta a un cambio profundo de la protección y previsión social.
“Hoy vemos como cada día el presupuesto de nuestros compañeros de la salud baja considerablemente. Vemos que las personas esperan dos o tres años por una hora médica con un especialista, si quiere ver un otorrinolaringólogo es imposible en menos de tres años. O la espera por medicamentos que el sistema de salud no tiene, que las Isapres tampoco cubren. Vemos que hay enfermedades catastróficas que la gente no tiene como atender o que se empobrece tratando de atenderla; en el sector público vivimos haciendo rifas para que la gente pueda tratarse. Eso no es dignidad”, acusa.
Y finaliza, “como sector público venimos diciéndolo hace rato, siendo presa de la soberbia de un ministro de salud que no debió seguir. El Estado no está cumpliendo su rol de protección social al que está llamado. Por esa suma de factores, llamamos a movilización hasta que tengamos soluciones verdaderas”, concluyó.
“Con tan grande deuda hospitalaria, nunca avanzaremos”
A juicio de la dirigenta de la Fenats del Hospital GGB, Ana Soto, el inicio para comenzar a salir de la crisis del recinto, está en rebajar la deuda histórica, que según la cuenta pública 2018 asciende a $17 mil millones 695.790.
“Para resolver las necesidades inmediatas hay que solucionar esto, porque nuestro hospital es el más endeudado del país. Una deuda que sigue creciendo porque se siguen contratando servicios externos y privados”, dijo.