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Penquistas se suben a la ola del reciclaje a través de la innovación

Darle un nuevo uso a los residuos no orgánicos, es lo que persiguen los emprendimientos de profesionales de la Región, que vieron en los desechos una oportunidad de negocio.

Por: Mauro Álvarez 21 de Abril 2019
Fotografía: Andrés Oreña P.

La excesiva cantidad de basura y la poca o nula conciencia sobre el reciclaje ha hecho que cada día sea mayor el volumen de residuos que cada uno de nosotros produce. Sin ir más lejos, se estima que un individuo en un año genera 456 kilos, esto multiplicado por los 985 mil habitantes que tiene el Gran Concepción, hace necesario un cambio de conciencia, principalmente por el legado ambiental que se les dejará a las nuevas generaciones.

En la actualidad, varias son las iniciativas que se están llevando a cabo en el Gran Concepción para darle un nuevo uso a los residuos no orgánicos que generamos en nuestros hogares, los que van desde el retiro de plásticos y botellas, hasta la reutilización de estos por parte de pequeños emprendedores de la zona.

Soluciones reales

Equilibra Bío Bío, es uno de ellos, de la joven sampedrina Francisca Quevedo, quien retira la basura de sus clientes, previamente separada en orgánica e inorgánica, una vez por semana, con un costo mensual de 15 mil pesos, la que luego lleva a los puntos limpios dispuestos en Concepción, en tanto con la que se puede recuperar, realiza un proceso de compostaje, con el que recupera algunas plazas semi abandonadas de San Pedro de la Paz.

En Concepción cada día hay más puntos limpios donde poder reciclar, pero falta mayor conciencia en la población que acude a los puntos limpios, ya que no limpian los desechos, transformando en un foco de insalubridad estos lugares”, explicó Quevedo.

En cuanto a cómo ha funcionado el primer año de Equilibra Bío Bío, su creadora indicó que cada día se suma más gente a su emprendimiento, “esto principalmente, porque son los niños quienes incitan a sus padres a reciclar, ya que en sus colegios les inculcan desde pequeño la importancia de cuidar el medio ambiente”.

Una de las cosas que destacó Quevedo para que más personas se suban al carro del reciclaje, es enseñar que todo se puede reutilizar, indicando que trabajo colaborativo con otros emprendedores medioambientales, es el camino para frenar la contaminación existente en el mundo.

Es por ello que, desde hace un tiempo, trabaja colaborativamente con la empresa “Ciclos Plásticos” de propiedad de Giovanni Espinoza y Cristian Alarcón, quienes desde principios del 2017, se dedican a reciclar plástico con maquinaria industrial, hecha por ellos mismos, creando tablas, visualmente iguales a la madera, pero de colores.

“Nuestro emprendimiento nació por la necesidad de reutilizar el plástico que se genera en la ciudad, para ello nos nutrimos de tutoriales internacionales, para poder llevar a cabo nuestro proyecto. Hoy construimos tablas para construcciones, muebles, entre otros productos, que hemos ido perfeccionando con el tiempo, a través de materiales compuestos entre plástico y fibra de vidrio, entre otros para darles mayor firmeza”, comentó Espinoza.

Otro de los emprendimientos ligados al cuidado del medio ambiente es el que llevan a cabo, Roberto Astete, quien como una forma de ayudar a frenar la contaminación por plástico, que lejos de disminuir se acrecienta cada día más, tanto en la tierra como en el mar, produciéndose más de 300 millones de este material, siendo considerada una problemática mayor que el cambio climático, creó unas bolsas carentes de petróleo, disolubles en agua, denominadas Solubag.

Sobre cómo nació esta innovadora solución medioambiental, Astete señaló que esto nació luego de desarrollar un detergente con una especie de bolsa, que al tomar contacto con el agua caliente o fría se disuelve.

En ese momento decidimos implementarlo en bolsas como las de supermercado, como también las reutilizables, las que se disuelven sólo en agua caliente. La gran diferencia de nuestro producto es que no es plástico propiamente tal, lo que nos ha permitido comercializarlo en empresas de la Región y grandes cadenas de Retail, tanto en Chile como en el extranjero”, indicó Astete.

Si bien, lo anterior es a gran escala, Roberto Astete quiso ir más allá y se asoció con Rodrigo Gutiérrez, para acercar estas bolsas al público local, formando la empresa Cero Plast, con la que buscan difundir el producto en empresas de la Región, a través de un modelo de negocio, que involucra a las dueñas de casa.

“La idea es trabajar con jefas de hogar, para que confeccionen las bolsas reutilizables, las que luego serán vendidas a grandes empresas, para ello nos reunimos con la municipalidad de Concepción, para presentarles el modelo de negocio y así generar una fuente de empleo”, detalló Gutiérrez.

Trabajo colaborativo que destacó la directora de Medio Ambiente del municipio penquista, Andrea Aste, ya que el daño que hace el plástico al medio ambiente, es relevante. “Entendiendo esta problemática, llevó a que los incluyéramos en los cuatro puntos limpios, dispuestos en la ciudad, donde a su vez recepcionamos botellas y bolsas plásticas”.

Sobre lo que queda por hacer, la directora de medio ambiente, indicó que queda muchísimo, “si bien nosotros fuimos pioneros en prohibir las bolsas en los supermercados, lo que hoy queremos es trabajar en conjunto con empresas para reciclar los millones de envases que se generan en la ciudad, desechos que luego entregamos a los dos sindicatos de base que tenemos, el que posteriormente es vendido por ellos a empresas recicladoras”.

Aste, adelantó que actualmente están en conversaciones con una empresa de reciclaje de grandes volúmenes de plástico, con la que podrían reciclar envases más grandes y que esperan concretar a la brevedad, ya que irá en directo beneficio de todos los habitantes de Concepción.

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