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Formulan 73 observaciones a proyecto Parque Alemán de Concepción

Clarificar con estudios la polución, contaminación acústica y problemas de tráfico que generaría la obra son parte de las exigencias de la evaluación del proyecto.

Por: Ximena Valenzuela 26 de Octubre 2018
Fotografía: Carolina Echagüe M.

No sólo los apoderados de la Alianza Francesa y los del Instituto Humanidades tienen inquietudes con respecto al proyecto Ciudad del Parque, más conocido como Parque Alemán, también los diversos organismos públicos que tendrán relación con la obra entregaron una serie de consultas que Aitué deberá clarificar.

Las dudas sobre la Declaración de Impacto Ambiental presentada para el proyecto fueron evacuadas a través del Informe Consolidado de Solicitud de Aclaraciones, Rectificaciones y/o Ampliaciones, Icsara, que suma un total de 73 observaciones, que la firma debe responder con plazo máximo al 31 de diciembre.

La mayoría son relacionadas con la polución que generaría la obra, que afectaría a los vecinos y alumnos de colegios cercanos: contaminación acústica, pérdida de luminosidad, aumento del tráfico de camiones en una vía colapsada y la posible contaminación de napas subterráneas que existen en el sector, entre otras.

Y es que el proyecto de Aitué, que tendría un período de construcción de seis años, involucraría la construcción de siete torres, con 912 departamentos, 52 oficinas, 15 locales comerciales y 703 estacionamientos que, según los organismos consultados, podrían generar congestión y un cambio en los modos de vida del sector al atraer una gran cantidad de personas ajenas al lugar, especialmente, en período de faenas.

El Icsara, emitido el 19 de octubre por el Servicio de Evaluación Ambiental, SEA, solicita al titular del proyecto detallar la información sobre el manejo de aguas lluvias, que serían acumuladas en un estanque de retención y luego descargadas a la red primaria de Chacabuco y Víctor Lamas, indicando conexiones, planos y descripciones, e incluir la factibilidad de la Dirección de Obras Hidráulicas, DOH, del MOP y aprobación del organismo técnico.

Le solicita que acrediten, a través de certificados, la procedencia del hormigón premezclado que usarán y que entreguen la autorización de los áridos, antecedente que deben enviar a la DOH.

De acuerdo al reglamento del Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental, Seia, la empresa deberá proponer un plan de prevención de contingencias y un plan de emergencia ante eventos que puedan afectar al medio ambiente o la población.

Dicho plan tiene que explicitar qué harán, tanto en la construcción y la operación, por ejemplo, ante eventos de alta pluviometría, a fin de evitar anegaciones, ya que el sector tiene problemas de infiltración en invierno, especialmente, en calle Colo Colo. También considerar medidas para cualquier tipo de derrame y/o accidentes de tránsito generados en caminos de tuición de vialidad.

Y, a pesar que Aitué no contempla descargas de residuos líquidos a las de aguas subterráneas, le solicitan ampliar información asociada para descartar afectación en caso de derrames y detallar características constructivas que aseguran que la napa no sea afectada.

Tendrán que complementar la mecánica de suelos, pues no emite información sobre la falla geológica existente en el área y corregir el potencial licuefacción en caso de sismo, pues la empresa tomó como referencia uno de 7,7 grados en la escala Richter, pero debe considerar al menos uno de 8,8.

Clarificar con cronograma el número de trabajadores por período, cómo los abastecerá de servicios higiénicos, cantidad de baños químicos y cómo será el retiro de aguas servidas para evitar que sean un foco de insalubridad, y explicar cómo se realizará el retiro de residuos domiciliarios y el de los reciclables, a fin de evitar acumulación de éstos.

La empresa tendrá que incluir como actividad, en la descripción del proyecto, las faenas de asfaltado interno para el tránsito de camiones, instalación de ductos y elementos de manejo de aguas que serán extraídas de la napa, y ampliar información de las tareas de fundación y montaje, que aclare si realizará hincado de pilotes u otra forma similar, considerando aspectos ambientales.

Por la utilización de grúas en altura, cuyos brazos metálicos y carga pasarán por las propiedades de vecinos y el Instituto de Humanidades, obliga a incluir planos de planta, contingencia y emergencias, a fin de evitar algún accidente por caída de material y dar aviso a los vecinos de las faenas.

Las barreras acústicas, que se usarán en la construcción, tendrán que ser sometidas a un plan de revisión con periodicidad semanal y contar con un plan de gestión de estas, que incluya procedimientos de cálculo, construcción, armado, instalación, mantención y registro, entre otros.

Sobre la cantidad y manejo de productos químicos y otras sustancias en fase de construcción, Aitué tendrá que informar si utilizará pinturas a base de solventes, diluyentes, aerosoles y aditivos, entre otros, que puedan calificarse como peligrosos y contar con una bodega especial para estos con detectores de incendios.

En fase de operación

Debido a que el proyecto tiene una duración e involucra receptores sensibles como colegios, que se verán expuestos en casi la mitad de su ciclo escolar a niveles elevados de ruidos, se solicita al titular construir primero las edificaciones más cercanas a los colegios de manera que éstos sirvan para atenuar ruidos, considerando que los paneles de OSB propuestos no atenúan más de 10 decibeles, y también explicitar cuál será el silencializador a utilizar que garantice la atenuación de ruido.

El Icsara obliga a evaluar dimensiones de las pantallas acústicas para protejan a los receptores sensibles y fijar horarios de desplazamiento de vehículos de carga, con número de días y horas de trabajo de camiones, de acuerdo a la ordenanza municipal que fija un área de restricción.

Acreditar o descartar que el proyecto no generará riesgo para la salud de la población, especificar niveles de emisión, condiciones metereológicas probables y todo lo que asegure que no habrá efectos adversos para población producto de emanación de material particulado y gases.

Caracterizar y cuantificar los grupos humanos presentes en el área de influencia del proyecto, en relación a las afectaciones respiratorias como alergias, asma y rinitis, entre otras, que serían agravadas por las emanaciones de polvo de la construcción.

Impactos

El Icsara solicita acreditar o descartar que el proyecto no provocará reasentamientos de comunidades o alteración significativa de los sistemas de vida y costumbres de grupos humanos, y un análisis de la posible alteración al acceso o la calidad de bienes, equipamientos, servicios e infraestructura básica.

Considerar a la comunidad escolar presente en el área de influencia como un grupo humano con una estructura social y una idiosincracia específica arraigada, que podría ver afectada su calidad de vida y costumbres debido a la magnitud y duración del proyecto.

Aitué afirma en su DIA que tendrán en promedio 355 trabajadores y un máximo de 658. Por ello, le exigen un cronograma que muestre la variación de la mano de obra requerida a lo largo del proyecto y que evalúe el impacto asociado a la interacción de una población de trabajadores con los niños del sector.

En los colegios, además, se consideran niños con necesidades educativas especiales como déficit atencional, trastorno del lenguaje y espectro autista, con mayor sensibilidad al ruido y baja visión, información que la empresa tendrá que ampliar mediante una metodología de información basada en datos cualitativos primarios, cuantitativos y secundarios.

También, el titular del proyecto tendrá que preocuparse de una posible afectación del edificio del Instituto de Humanidades, ubicado por Colo Colo, que resultó afectado por el sismo de 2010 con desplazamiento y separación de las dos partes del inmueble, situación que debe ser considerada entre los posibles problemas.

El Icsara obliga a Aitué realizar un estudio para evaluar la disminución progresiva de la luminosidad por efecto sombra del proyecto sobre los colegios y vecinos, el patrón de vientos en el área de influencia, y mejorar la caracterización hidrogeológica del área, incluyendo el parque Ecuador, al que alude en la promoción de su proyecto, análisis del agotamiento de la napa freática.

Se solicita descartar una eventual alteración en la conectividad local, identificar los modos de transporte específicos del sector que se verían afectados por el aumento de la población flotante, tiempos de desplazamiento y considerar una modelación independiente ante la inminente conexión del puente Chacabuco con la homónima calle.

Si bien Aitué consideró la participación ciudadana, previo a la presentación de la DIA al Seia, debe actualizar la información de reuniones realizadas con organizaciones sociales, colegios y vecinos, detallar resultados, conclusiones y observaciones ciudadanas planteadas.

Esperan resultados

Para Katherine García, presidenta del Centro de Padres del Instituto de Humanidades, las observaciones realizadas en el Icsara demuestran que el proyecto de Aitué está mal hecho. “Muchas de las cosas que hacen referencia en el Icsara son parte de las preocupaciones que manifestamos como padres”.

Katherine García. (Foto por Carolina Echagüe M.)

Afirmó que deben cumplir con todas las observaciones realizadas por los diferentes organismo, o bien, realizar un Estudio de Impacto Ambiental que asegure que los escolares no se verán afectados.

Recalcó que esperan que Marcela Nuñez, directora (s) regional del SEA, otorgue la participación ciudadana que solicitaron el 16 de octubre, para poder influir positivamente en el proyecto, y agregó que recibieron una carta de Aitué que indica que debido a la preocupación de la comunidad educativa iniciarán un diálogo formal en breve plazo, aunque sin determinar fecha para ello.

García agregó que la Fundación Cristo Rey, a la que pertenece el Instituto de Humanidades, solicitará la asesoría del Centro Eula de la Universidad de Concepción para asegurar que el proyecto no influirá en la salud de los niños.

Mónica Jiménez, secretaria del Centro de Padres de la Alianza Francesa, dijo que es importante que Aitué escuche los planteamientos de la comunidad escolar y que se incluya los planteamientos realizados en la participación ciudadana tales como: ruidos, vibración, polvo de cemento y seguridad.

Mónica Jiménez (Foto por Mauro Álvarez )

“Estamos preocupados que la directora (s) del SEA, Marcela Nuñez, tenga autonomía, real y efectiva para la toma de decisiones y que no vengan desde Santiago”, dijo y señaló que esperan que no tenga presiones desde nivel central u otras instituciones para otorgar la participación ciudadana.

“Son más de 2.000 alumnos, más profesores y personal que se verán afectados por las faenas”, dijo y comentó que esperan ser escuchados y que realicen un Estudio de Impacto Ambiental.

En tanto, Álvaro Boehmwald, presidente del Comité Ambiental Comunal de Concepción y consejero del Ministerio de Medio Ambiente, dijo que las observaciones del Icsara dan cuenta de las deficiencias del proyecto. “No entrega seriedad, por ejemplo, al confundir sustancias peligrosas con residuos peligrosos, existen errores de cálculo y en el tema vial no indica qué pasará en los próximos seis años con la llegada de más de 3.000 personas y con el aumento del parque automotriz. El problema es que si el proyecto se aprueba así, después no serán cargo de los problemas”.

Álvaro Boehmwald (Foto por Raphael Sierra P.)

Agregó que “si no fueron capaces de cumplir con cosas tan elementales como las que pide una DIA, es necesario que hagan un EIA para dar cuenta de los impactos que generarán en el ambiente y en la calidad de vida de las personas”.

El integrante del Consejo Regional para el Cambio Climático agregó que “todas las autoridades y comunidad tenían razón al momento de presentar temores, que se requiere profundidad y sin duda un EIA”, señaló.

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