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Traumatológico da pasos clave para ganar batalla contra listas de espera

Aseguró que buscan trabajar en red, generando servicios para descomprimir la demanda actual que suma más de 34 mil consultas por año. También instalarán banco de huesos y aspiran a subir de categoría de hospital a instituto.

Por: Ximena Valenzuela 11 de Octubre 2018
Fotografía: Raphael Sierra P.

A 50 años de la creación del Hospital Traumatológico de Concepción, generada tras la fusión de la Caja de Accidentes del Trabajo con el Servicio Nacional de Salud, el centro asistencial se constituye como un referente en la materia, que cuenta con alta tecnología, cirugías de última generación, excelente nivel de hotelería y un aumento constante en la producción.

Sin embargo, siguen existiendo una serie de desafíos para el centro hospitalario, entre los que se cuenta, volver a constituirse como Instituto Traumatológico. De ello conversó en extenso  con  Diario Concepción su director, el traumatólogo especialista en columna, Dr. Osvaldo Gaete. “50 años es un hito para hospitales de este tipo. Antes habían tres institutos traumatológicos en Chile: Santiago, Concepción y Valdivia, este último desapareció, Concepción bajó un poco de grado de instituto a hospital por un tema administrativo, pero nos mantuvimos funcionando al igual que el de Santiago”, explicó.

Por eso, el desafío mayor que tiene el centro hospitalario es volver a la categoría de Instituto, lo que inmediatamente subiría la complejidad de mediana a alta. Eso sí, según Gaete, actualmente, el Traumatológico es tan grande como cualquier clínica de Santiago e, incluso, del extranjero.

Sin embargo, existen una serie de desafíos: “Seguir siendo punta de lanza desde el punto de vista del desarrollo de la traumatología del sur de Chile, queremos ser un polo de desarrollo de la traumatología y generar una macro red, resolver problemas traumatológicos cada vez más complejos, ser un hospital autogestionado desde el punto de vista administrativo y llegar a ser de alta complejidad, que se reconozca el trabajo”.

Para subir de categoría sólo les resta contar con un banco de huesos, por lo que ya cuentan con un proyecto que esperan esté en marcha el próximo año. “Sólo nos falta el recurso humano, protocolo y la asociación con la radiación de este banco de huesos que se realiza en Santiago (…). Tener un banco de huesos significa una mejora desde el punto de vista de la calidad del implante que se le coloca a los pacientes, principalmente, para injerto óseo, es decir, para ayudar a sostener los implantes”.

– ¿Cómo funciona este banco de huesos?

– Por ejemplo, en el caso de las prótesis de cadera se extrae la del paciente, se coloca la prótesis y la cadera que fue retirada se transforma en una donación. Ahí se hace un tratamiento, se revisa que no tenga infección, se manda a irradiar a Santiago y de ahí vuelve un injerto para usar en otra persona.

– ¿Cómo se usa el hueso en sí?

– No como estructura, sino que se muele, como chip y eso se transforma en injerto óseo, incluso con ello, a través de impresoras 3D, se podría crear un injerto estructurado, es decir, una pieza completa, pero es otra tecnología por la que tendremos que esperar un poco más.

– ¿Dónde se ubicaría el banco de huesos?

– No se necesita tanto espacio, sino más bien recurso humano. Nos falta un epidemiólogo, o bien, que uno de nuestros traumatólogos se especialice en eso, pero significaría desvestir a un santo para vestir otro. Falta crear protocolos, pero más que todo es un tema de gestión…  Es fácil, incluso, tenemos en el hospital viejo espacio (en el centro de simulación) para ubicarlo. Necesitamos máquinas simples, un refrigerador con 80 grados Celsius negativo, que lo tenemos, así que más que nada es coordinación. Este banco de hueso, que es un banco de tejidos, queremos proyectarlo e, incluso, poder recolectar tejidos del Hospital Regional. Hay muchas cosas que se pueden hacer y en eso estamos trabajando en los últimos seis meses, en conjunto con el Servicio de Salud Concepción para poder desarrollar este tipo de cosas.

Cambio de categoría

¿Con el banco de huesos pasan de inmediato de mediana a alta complejidad?

– La idea es presentarlo siempre antes de julio para que entremos en el presupuesto, porque cuando pasas a alta complejidad, aumentas en presupuesto. Para eso el Minsal y Hacienda tienen que proyectar este crecimiento del Hospital Traumatológico. Ahora, el presupuesto está entre 12 mil y 13 mil millones de pesos anuales, considerando el recurso humano, pero, por lo menos, podríamos aumentar en 30%.

– ¿Qué tipo de intervenciones podrían desarrollar con más recursos?

– Seguir desarrollando la traumatología y la tecnología para el uso integral de la medicina. Nosotros ya trabajamos con cardiólogos, neurólogos, cirujanos plásticos y necesitamos crecer en eso para dar una solución integral al paciente, no sólo colocar una prótesis, sino también manejar la prevención de fracturas, osteoporosis y tratar que cada vez lleguen menos pacientes dañados. En definitiva, prevenir un poco lo que hace la atención primaria.

Estamos implementando un plan de llegar a la atención primaria porque la prevención es lo mejor para disminuir lesiones, por ejemplo, muchas lesiones en jóvenes son provocadas por alcohol y drogas, como los accidentes de tránsito. Entonces, queremos llegar también a ese punto, de tal forma de bajar los niveles de accidentabilidad y disminuir las enfermedades degenerativas por falta de cuidado.

– ¿Se trabajará en red?

– No se trata  de desarrollar la traumatología en otro polo, sino de crear otros para que sea más fácil resolver. En Coronel ya se hizo el preinversional para un nuevo hospital y, ahí, nosotros vamos a plantear que se cree el Servicio de Traumatología para que un poco absorba la demanda del Hospital Traumatológico, porque la demanda va a seguir aumentando y así ellos pueden absorber cosas más fáciles y nosotros dedicarnos a las más complejas.

– ¿Cuál es la demanda actual del Hospital Traumatológico?

– Realizamos más de 34 mil consultas al año y la demanda de la atención primaria es alrededor de 2 mil interconsultas nuevas. Esas 2 mil se transforman en cirugías, controles y, al final, es como una bola de nieve. Al año estamos haciendo más de seis mil cirugías y queremos llegar a 6.400 este año. En 2017, hicimos 6.100 y en algún momento queremos ser tan eficientes para llegar a 7.000, pero vamos de a poco porque producir más es gastar más.

– ¿Cómo ha cambiado la demanda en 50 años?

– Cuando empezaron hacían 400 cirugías en un año, ahora vamos en más de 6.000 y antes de cambiarse de ubicación, en 2013, hacían 4.000 cirugías, es decir, estamos haciendo un 40%. Entre 1986 y 1989 las intervenciones quirúrgicas aumentaron de 800 a 1.500 evidenciando la creciente demanda y el aumento de la productividad. En 1995 hacíamos 17.676 consultas y 2.520 cirugías, en cambio, al 2000 habían aumentado a 3.689 y 3.166 respectivamente. Todas estas cifras reflejan años de trabajo, compromiso de los especialistas y mucho aprendizaje.

– ¿Qué cifras se manejan en listas de espera por cirugías?

– Tenemos entre 1.300 a 1.400 en listas de espera, nunca terminan. Cuando llegué el año pasado, teníamos pacientes esperando dos años y medio. Continúan los mismos 1.400, porque las listas son dinámicas, pero al 31 de diciembre de este año la idea es tener sólo un año de espera, es decir, un año y medio menos de espera. De hecho, este año hemos realizado 250 cirugías fuera de horario como parte de la estrategia para disminuir las listas de espera. Nuestros médicos destacan a nivel nacional e internacional por la alta calidad y complejidad de los procedimientos que desarrollan, pero también por el alto compromiso que tienen con sus pacientes. Esto quedó demostrado en que nos destacamos dentro de la red del Servicio de Salud Concepción como el hospital que realizó el mayor número de procedimientos, en el marco de la estrategia impulsada por el gobierno para la realización de cirugías en horario inhábil.

Calidad y oportunidad

Gaete se mostró profundamente orgulloso por los logros del centro hospitalario que dirige, asegurando que “el desarrollo en los últimos años ha sido muy grande, y eso significa que la calidad que recibe el paciente también es la mejor. Por ejemplo, en tiempos de rehabilitación, en lo que significa volver al trabajo y la reinserción laboral, en su calidad de vida. Es un plus que tiene la gente de Concepción con nosotros trabajando acá”.

Agregó que están trabajando para la gente, pues según dijo, el Traumatológico es social y “está tratando de solucionar los problemas de quienes más lo necesitan para entregar una salud de calidad, digna y trabajando en dar una atención oportuna”.

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