Además, el municipio detectó falencias en polémica venta de paño de remodelación Eleuterio Ramírez. Vecinos quieren recuperar su área verde.
Tal como lo adelantó Diario Concepción el municipio penquista decidió terminar por acuerdo mutuo el contrato con la empresa B&F, firma que realiza mejoras de aceras y luminarias en Chacabuco.
La decisión, que fue confirmada por el alcalde Álvaro Ortiz, obliga a la empresa a trabajar hasta el 5 de septiembre, fecha en que termina el contrato, de tal manera que no queden obras inconclusas. “Hasta el momento se han pagado $250 millones, casi el 25% de la obra, ellos tienen cerca de un 50% de avance. El segundo pago aún no se ha cursado y esperamos que estén todas las condiciones para ello. Se les pagará lo que corresponda, según el informe de la dirección de Construcciones”.
La obra tiene un presupuesto de $970 millones aportados por el Fndr. Por lo tanto, con el delta de recursos que queden se llamará a una nueva licitación a fines de septiembre para iniciar en noviembre las obras y completar el proyecto que aborda Chacabuco desde Prat a Plaza Perú.
Destacó que el municipio retuvo de la boleta de garantía de la empresa de $96 millones y ofreció disculpas a todas las personas afectadas.
La empresa, según Ortiz, culpó del retraso en las obras al municipio debido a un excesivo número de multas cursadas. Sin embargo, afirmó que más allá de las razones que la empresa pueda esgrimir, el municipio está para fiscalizar el avance de las obras y el resguardo de recursos públicos.
Ortiz se reunió con los vecinos de la remodelación Eleuterio Ramírez, tras la molestia que causó entre ellos la construcción de una automotora en un lugar que por años usaron como área verde, pero que tiene uso comercial, por lo que no pueden negar a priori un permiso.
El paño, ubicado en Paicaví entre Bulnes y Los Carrera, sería uno de tres vendidos por el Serviu en el mismo sector. Por ello, aseguró que pedirán una reunión con el Minvu, organismo del que depende el Serviu, para saber cuál es su proyecto de ciudad, si seguirán vendiendo paños al mejor postor y, también, cuáles son los planes que tienen para intervenir arterias estructurantes como Paicaví.
“Detectamos falencias administrativas en la compra y venta, de las que nos vamos a hacer valer como municipio. Creo que es una aberración para la proyección de ciudad que tenemos”, dijo y no descartó acciones legales para colaborar con la gente.
Hilda Ceballos, presidenta de la Junta de Vecinos del sector, afirmó que sólo al momento del cierre perimetral del paño se les informó que iban a construir una serviteca, donde tenían un área verde.
Pidió consideración al Serviu con los vecinos, que se les informe que se va a hacer en el lugar, pues no sólo quitaron un área verde, sino, además, visión a los departamentos. No descartó algún tipo de acción legal en caso de ser necesario, pues quieren recuperar el terreno y temen construcción en los otros dos paños vendidos a particulares.