Grandes próceres de la patria, los principales ríos, lagunas y flores del país, y un sinfín de “psjes”, son los principales nombres de las calles de la capital penquista.
En medio de esos caminos de historia, de flora y fauna, las mujeres ocupan un protagonismo menor, pero no por eso menos importante.
En total, no son más de 40 los nombres de destacadas mujeres los plasmados en las señalizaciones que separan una calle de otras. En su mayoría se trata de santas de la Iglesia Católica, un ejemplo de ello son: Sta Sofía, Sta. Rosa, Sta. María, Sta Paula, entre otras.
Quizás más de una vez pasaste por las avenidas Fresia, Paula Jaraquemado, Camila Melo e Irene Frei, sin saber cuál fue su rol o aporte a la Región.
Es por eso que a continuación te invitamos a conocer sus historias.
Marcela Paz: Esther Huneeus Salas, escritora de literatura infantil y juvenil. Acreedora de múltiples premios, entre ellos el Premio Nacional de Literatura. Una de sus principales obras: Papelucho, se convirtió en un clásico de la literatura chilena.
Inés de Suárez: La española se transformó en la única mujer blanca en integrar la expedición que terminó con la conquista del país. Una vez establecida en la capital del Reino de Chile, combatió de igual a igual durante los primeros ataques de indígenas a cargo de Michimalonco.
Paula Pineda: En el contexto de la Guerra de la Independencia, la esposa del comisario Joaquín Vidal fue encarcelada en Concepción por no revelar los nombres de los patriotas que se reunían en su casa. En cautiverio sufrió diversos maltratos al igual que su marido, quien fue apresado en Perú.
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Isabel Riquelme: Madre de Bernardo O´Higgins. Superando los problemas que le acarreó ser madre soltera a temprana edad, supo defender a su hijo, incluso en condiciones adversas.
Fresia: Se trata de la supuesta esposa de Caupolicán que describe el poema “La Araucana”, escrito por Alonso de Ercilla y Zúñiga. En la obra literaria, la mujer aparece en el episodio en que capturan al mapuche, instancia en que le recrimina haberse dejado capturar vivo.
Irene Frei: Hermana menor del presidente Eduardo Frei Montalva, quien inspiró la creación de un establecimiento educacional que lleva, a modo de homenaje, su nombre. El recinto partió con sus clases en 1965, siendo inaugurado un año después por el presidente Frei.
Paula Jaraquemado: Se hizo un nombre entre las mujeres destacadas en el proceso de la Independencia al recibir al Ejército Patriota en su hacienda en Paine tras la derrota en la batalla de Cancha Rayada. Las obras de caridad son un punto aparte, visitaba hospitales, hospicios y cárceles, además de trabajar incansablemente en mejorar las condiciones de la Cárcel de Mujeres de Santiago.
A ellas se suma Camila Melo, Ramona Hormazabal, nuestra Premio Nobel Gabriel Mistral y la guerrillera mapuche Janequeo que lideró ejércitos, logrando derrotar a las tropas españolas en el sur de Chile durante el Siglo XVI.
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Para la docente de Español de la UdeC y presidenta del “Museo de las Mujeres Chile. Memorias y Rebeldías Develadas”, María Teresa Aedo, el por qué son tan pocas las mujeres acreedoras de dicho homenaje tiene relación con “la visión androcéntrica de nuestra sociedad y cultura y, específicamente del relato dominante de la historia, que invisibiliza a las mujeres y a otros grupos, quedando así subordinados o subalternizados”.
Sumado a lo anterior, cree, “se está entregando un mensaje de que las mujeres no ocupan el espacio público, que no cuenta como actoras sociales o que no han realizado aportes que sean dignos de recordar en los distintos ámbitos del desarrollo local, regional o nacional”.
Para el historiador Alejandro Mihovilovich, la razón de las pocas calles con nombres femeninos radica en que “la mujer tenía poca participación en el siglo XIX y donde las únicas que se destacaban eran las premios nobeles de literatura. Basta con recordar que recién en el año 48 tienen derecho a voto. Esa es la razón porque hay tan pocas”.
Para la docente de la UdeC, son muchas las mujeres penquistas que merecen ser acreedoras del simbolismo de llevar el nombre de una calle.
Entre ellas destaca a Inés Enríquez Frödden, quien fuera abogada, la primera mujer diputada de la historia de Chile e intendenta de la Provincia de Concepción entre 1950 y 1951. También fe vicepresidenta de la Federación Chilena de Instituciones Feministas de Concepción y fundadora del Hogar Femenino.
La arquitecta Luz Sobrina Sanz que “contribuyó a la reconstrucción de la ciudad de Concepción después del terremoto de 1939”, recordó Aedo.
Otra que afirmó no puede quedar fuera es la conocida activista política “La Monche”, Rosario Ortiz, quien como opositora de Manuel Montt combatió con armas, alcanzando el grado de capitana. A su vez, se destacó por el uno de las primeras periodistas del país y “la primera en escribir para un periódico local, como El Correo del Pueblo y Revista del Sur”.