Ciudad

Bajas temperaturas y personas en situación de calle: balance de esta cruda realidad en el Bío Bío

Por: César Herrera 04 de Julio 2017
Fotografía: Agencia UNO

El 25 de mayo se registró la temperatura más baja en lo que va de año en Concepción. 0,6 grados hicieron que los penquistas vistieran sus prendas más abrigadoras para capear el frío. Sin embargo, las personas en situación de calle no corren la misma suerte.

Para proteger la integridad y la salud de los ciudadanos que por diversas razones tomaron las calles de la ciudad como su hogar, la Seremi de Desarrollo Social del Bío Bío inició a fines de mayo el Plan Invierno, programa que busca reforzar el trabajo desarrollado en los albergues y calles de la Región.

A poco más de un mes de iniciado el Plan, el seremi de la cartera, Juan Eduardo Quilodrán, hizo una breve pausa para comentar cómo ha sido la experiencia hasta la fecha.

La autoridad de Gobierno, en primer lugar, indicó que en la Región hay disponibles 21 albergues distribuidos en 17 comunas (Concepción, Talcahuano, Los Ángeles, Chillán, Cabrero, Bulnes, Lota, Coronel, Tomé, Curanilahue, Los Álamos, Cañete, Hualpén, San Pedro de la Paz, Chiguayante, San Carlos y Chillán Viejo), los que ofrecen un recinto techado, con calefacción y suministros básicos. “Tenemos casi un 60% de ocupación en los distintos albergues”, reveló.

Uno de los albergues de la ciudad de Concepción

En paralelo, Quilodrán informó que a diferencia de otros años, la presente temporada se implementó una Ruta Médica en las Provincias de Concepción y Ñuble, con el fin de asistir a quienes necesiten de evaluación profesional tanto en los albergues como en la vía pública. “Es un equipo especializado que va a nuestros dispositivos pero que también va a los lugares de calle con el fin de poder generar una prescripción médica”, aseguró.

A esta iniciativa se suma la Ruta Sanitaria destinada a las personas en situación de calle de las comunas de Hualpén y Talcahuano.

Recursos

Para llevar a cabo este refuerzo se destinaron cerca de $450 millones, los que a través de licitación pública son entregados a distintos ejecutores. Entre ellos se encuentran centros como Hogar de Cristo, Catim y Fundación Social Novo Millennio. En esta línea, esta temporada se incorporaron algunos municipios como los de Cabrero, Coronel, Lota, Cañete, Los Ángeles y Chillán para la concreción de dispositivos. “Este programa en la Región ha funcionado muy bien, los ejecutores tienen mucha experiencia en el trabajo con personas de situación de calle. Por lo general conocen a las personas, han trabajado ya con ellos”, afirmó Quilodrán.

“Lo que nos interesa es que efectivamente este año podamos cubrir todos los dispositivos” ya que “nos ha pedido la presidenta que nos encarguemos de estas personas que tienen mayor vulnerabilidad que cualquier otra persona que viva en la Región del Bío Bío”, agregó.

Fallecidos en la intemperie

A la fecha de esta publicación, en la Región del Bío Bío se registran alrededor de 3 muertes de personas en situación de calle. No obstante, Quilodrán, además de lamentar esta situación, explicó que “en la mayoría de los casos han fallecido por situaciones anexas a la condición de calle. Han muerto por las condiciones de salud asociadas a las personas en situación de calles que son complejas”.

Para evitar nuevos casos, la Seremi de Desarrollo Social tiene habilitado el número 800 104 777, opción 0, donde cualquier persona puede informar sobre la existencia de algún individuo que viva en la calle y que pueda necesitar asistencia.

Proyección

En la Región existen alrededor de 870 personas en condición de calle según el último catastro elaborado por el Ministerio de Desarrollo Social que data de 2011. No obstante, el seremi asegura que este número pudo haber aumentado a cerca de mil individuos para 2017. Si bien la cifra demuestra el gran desafío que tiene Desarrollo Social en el Bío Bío, Quilodrán se muestra optimista y confía en los esfuerzos que se están realizando. “Estamos muy coordinados para enfrentar este invierno que al parecer es bastante duro”, sentenció.

Trabajo en las calles y albergues

El arzobispo de Concepción, monseñor Fernando Chomalí, indicó que “el mandamiento del amor no es una invitación teórica que nos hace el Señor sino que práctica, y con este esfuerzo desplegado por tantas buenas voluntades intentamos cumplirlo”.

El Arzobispado de Concepción dirige a través de su Fundación Novo Millennio diferentes albergues, entre ellos el llamado “Albergue Móvil”, perteneciente al proyecto Misericordia. Al respecto, Chomalí comentó que trabajar y vivir estas experiencias “es muy importante porque permite conocer el mundo de la pobreza más complejo que tenemos en Chile y que nos obliga a ser muy creativos para ayudarlos de la mejor manera posible”. “Las personas en situación de calle agradecen estos espacios, pero además agradecen el cariño y el trato digno que procuramos darles”, agregó.

Finalmente, el arzobispo de Concepción reafirmó su compromiso asegurando que “estaremos presente en todos los lugares y en todos los espacios donde haya una posibilidad de prestar una ayuda concreta a personas concretas que lo requieran. Ese es nuestro compromiso porque es nuestra vocación, servir a los demás“.

Por su parte, Jorge Busto, sociólogo y encargado del albergue administrado por la Corporación para la Atención Integral del Maltrato, Catim, reveló que en las casi 4 semanas que lleva habilitado el dispositivo han logrado asistir a un promedio de 25 personas en situación de calle por noche.

El espacio ubicado en Camilo Henríquez 2190, Concepción, ofrece duchas con agua caliente, comida evaluada previamente por nutricionistas, además de espacios de esparcimiento.

Albergue administrado por Catim

A su vez, el profesional indicó que cuentan con psicólogos, enfermeros, entre otros profesionales para orientar una atención que motive a los usuarios de la residencia a trabajar para en un futuro poder abandonar la condición de calle.

Para Bustos, el ambiente dentro del albergue es de solidaridad y respeto, por lo que hizo un llamado a la comunidad de no olvidar que quienes encontraron en la calle un lugar para pernoctar también son personas. “La calle no es una opción, es la consecuencia de otros factores”, indicó.

Jorge Bustos, encargado de albergue administrado por Catim

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