La greda de Campón, la calceta pehuenche y la textilería en lana de oveja de Tirúa, son parte de las artesanías patrimoniales que busca promover la agrupación.
La greda de Campón, la calceta pehuenche y la textilería en lana de oveja de Tirúa, son parte de las artesanías patrimoniales que busca promover la agrupación.
Ximena Perone
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Cuentan que era un acto de amor. Impensados secretos se tejían a cuatro palillos al lado del fogón. El humo y la lana de oveja se entrelazaban en la ruca de Butalelbún. En la alta cordillera del Bío Bío, las manos de las mujeres pehuenche van formando una pieza única y cuyo ancestral sentido no es posible revelar sin su consentimiento. La llamada calceta pehuenche, está diseñada para resistir la nieve. Desde tiempos lejanos el calzado utilizado en la montaña ha sido una menuda sandalia de cuero de chivo; junto con ella, era habitual usar hasta cuatro pares de calcetas hechas con lana encebada.
Andrea Bascuñan, profesional de la Seremi de Agricultura y coordinadora de la Red de Artesanía Rural del Bío Bío, comentó que "es una lana que no se lava ni se esponja. La calceta pehuenche lleva sebo de tal manera que sirve de impermeabilizante ante la nieve. Pero además de sus colores se desprende otro significado, otro secreto que tiene que ver fuertemente con el amor".
Esto es artesanía patrimonial y es parte de lo que exhibirá la Segunda Feria de la Red de Artesanía Rural este 14 de diciembre en la plaza Bicentenario de Concepción.
Unos veinticinco artesanos y artesanas expondrán sus saberes tan nobles como desconocidos. Es el trabajo de mayoritariamente de mujeres campesinas, provenientes de innumerables rincones de la Región. Es así como estará presente en esta feria la artesanía de la localidad de Campón, cercana a Rere, esta última más famosa por sus minas de oro y la mítica campana, y que junto a otros lugares forman parte de la comuna de Yumbel. La greda de Campón, prolijamente trabajada, es un hermoso e interesante trabajo que tristemente puede desaparecer. Actualmente, sólo dos mujeres continúan realizando esta actividad.
"Esto es preocupante porque es un legado en peligro. Intentar que no desaparezcan es también uno de los objetivos de la red creada en 2014. Otro ejemplo de ello es lo que ocurre con la cestería de mimbre realizada por hombres pehuenche. Sólo tres trabajan esta técnica única con mimbre cocido. Cada vez que desaparecen esos oficios vamos perdiendo identidad, y al perder identidad perdemos también un trocito de soberanía", argumentó Andrea Bascuñan.
También estará presente la provincia de Arauco, mina de producción artesanal patrimonial de alta calidad, con sus exponentes de Relmu Witral, fina textilería hecha por mujeres Lafquenche de Tirúa, que destacan con sus creaciones que ya comercializan en el país y el extranjero. Contulmo con la platería, madera y tejidos, se unen a Lebu y la artesanía en cuero de pescado. Un salto hasta Ñuble, territorio rico en tradiciones, traerá a colchanderas y colchanderos de Nihue, Trehuaco y Coelemu, fino trabajo en paja de trigo, con una cestería e incluso joyería, que bien merece el sitial de la ya conocida chupalla o sombrero tejido con la fina trenza de paja.
La provincia de Concepción contará con la presencia de grederas de Florida, Quebrada las Ulloa, Quinchamalí, Peninhueque, las bordadoras de Copiulemu y el vellón de oveja de Santa Juana representado en hermosos murales. Lo propio hará Hualqui como cuna del coirón. Planta con la que es posible realizar un finísimo tejido, que luce en paneras y cestas con un fuerte sello identitario. Un poco más arriba, desde el Alto Bío Bío, vendrán las mujeres campesinas y pehuenche con sus "peleras", manta que se confeccionaba como parte de la montura del caballo, y cuyo punto sólo se puede encontrar en esta latitud, el llamado "ojito" tan característico, lucirá también en esta pequeña, pero importante exposición.
Fortalecer esta red a través de ferias y reuniones territoriales es parte del trabajo que busca consolidar este proyecto financiado por el ministerio de Agricultura y el Gobierno Regional. Promover la autoayuda entre los artesanos y artesanas de diversos rincones y establecer el puente con el mundo privado. Una hermosa instancia de conocimiento que tendrá cita este 14 de diciembre en la plaza Bicentenario y que además de mostrar la artesanía patrimonial, ofrecerá de manos de sus propios protagonistas, talleres in situ, para llevarse, no solo una noble pieza artesana, sino además un trocito del saber campesino.