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Erika Olivera: "Mientras las leyes se mantengan, es difícil que esto cambie"

La destacada atleta vino a Concepción a conocer el trabajo de la Corporación Catim, que atiende a niños vulnerados. En julio pasado remeció Chile al contar que fue abusada por su padrastro durante toda su infancia.

Por: Diario Concepción 23 de Noviembre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-1077.jpg

La destacada atleta vino a Concepción a conocer el trabajo de la Corporación Catim, que atiende a niños vulnerados. En julio pasado remeció Chile al contar que fue abusada por su padrastro durante toda su infancia.

 

Carolina Abello Ross
carolina.abello@diarioconcepcion.cl

"El deporte como herramienta de superación", fue el nombre de la charla que la destacada atleta nacional Érika Olivera, dio a la comunidad penquista, como invitada de la Corporación Catim, en el marco de la campaña "Súmate al buen trato", con que la organización está conmemorando su aniversario número 23, trabajando con niños víctimas de maltrato grave y abusos sexuales. 

A primera hora, la deportista recorrió el recinto del Centro Modelo Infancia, Juventud y Familia, programa piloto único a nivel nacional y que tiene como propósito contribuir en la creación de políticas públicas de infancia, por medio del bienestar de los niños, niñas y adolescentes y sus familias, con foco en la promoción de derechos.

A mediodía, Olivera se trasladó al estadio Ester Roa Rebolledo, donde realizó una práctica motivacional y deportiva con los niños del centro. 

Para Sandra Castro, directora ejecutiva de Catim, "es un orgullo tener a una mujer tan destacada. Su historia es muy impresionante, es una mujer luchadora, y muchas nos sentimos identificadas, por lo que tenerla en nuestra región es gratificante, porque el haber hecho del deporte una herramienta de superación tiene que ver con el sentido de este centro". 

Y es que en el recinto se trabaja con niños víctimas de graves vulneraciones, "donde ellos puedan a través del arte, el deporte, la pintura, la música, puedan ir superando las situaciones dolorosas por la que llegan a nuestra institución". 

A Catim llegan niños derivados de los tribunales de Familia o Fiscalía, "en casos judicializados, por vulneraciones de derechos, como abuso sexual o maltrato grave". Hoy atienden a 70 menores de edad y a sus familias, apoyados financieramente por la fundación Colunga. 

Entender y acoger

En julio de este año, Olivera remeció al país entero al contar que fue víctima de abusos sexuales por parte de su padrastro durante toda su infancia. Al mismo tiempo, reveló que el deporte la ayudó a superar la durísima situación que le tocó vivir. Así, pasó de ser una deportista destacada a una figura donde muchas personas han encontrado un ejemplo de resiliencia. 

"Es muy bueno para mí poder conocer este centro, compartir con los niños en el estadio. Creo que la plataforma de superación no está solo en el deporte, aquí hay talleres de arte, de cocina, de música, hay muchas cosas donde uno se puede apoyar. Hoy me toca como deportistas venir a compartir, pero en muchas otras áreas podemos incentivar a nuestros niños a buscar una visión más amplia de la vida", dijo la atleta, quien aseguró que su difícil vivencia hoy la ayuda a entender lo que se vive y significa ser vulnerado y maltratado "y para mí es muy importante estar participando en este tipo de causas, compartir con esos niños, porque para mí ellos son lo más sagrado que tiene la vida. Soy mamá de cinco hijos y uno aprende que son el valor más grande que podemos tener y tememos que cuidarlos, enseñarles valores y darles a mejor crianza que podamos y que esté a nuestro alcance". 

A la atleta le cambió la vida desde julio pasado, pues ya no sólo recibe felicitaciones por sus logros deportivos, sino confidencias de quienes vivieron su misma experiencia. 

"Se me acerca mucha gente y es increíble la cantidad de casos que una escucha de personas que nunca le han contado su experiencia a nadie y lo hacen conmigo. Yo lo agradezco, y lo único que puedo hacer es acoger y entender perfectamente lo que esa persona está sintiendo y mis únicas palabras son decirles que siempre se puede salir adelante. Hay situaciones que son difíciles, que nunca se van a borrar, pero sí se pueden superar. Hay que buscar las alternativas y saber aprovecharlas de la mejor manera posible". 

En cuanto al marco judicial chileno, Olivera aseguró que podría ser de utilidad que los delitos sexuales fueran declarados imprescriptibles, "pero mientras las leyes se mantengan como están es bien difícil, porque las personas que cometen delitos son las que más se conocen las leyes, y sabiendo cuál va a ser su castigo andan libres por la vida. Entonces, mientras a nivel de leyes, de parlamentarios no entiendan el significado de estros cambios y mejoras, tendremos que seguir viviendo en el mismo círculo. Creo que no existen las penas, hay un tipo que viola, sale y vuelve a cometer el mismo delito, se saben las leyes y se manejan en el tema. Mientras no exista ese cambio real, no creo que nuestro sistema de vida tampoco cambie".

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