Ciudad

La primavera es ideal para volver a los añorados juegos tradicionales

Lamentablemente, la principal diversión para los niños de hoy son las aplicaciones móviles y los videojuegos, dejando en el olvido varias entretenciones típicas que marcaron la infancia de millones de chilenos. Juegos como la payaya, las bolitas, el volantín o el luche, los que además cumplen con fomentar la actividad al aire libre y la socialización con sus pares.

Por: Diario Concepción 22 de Octubre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-1934.jpg

Lamentablemente, la principal diversión para los niños de hoy son las aplicaciones móviles y los videojuegos, dejando en el olvido varias entretenciones típicas que marcaron la infancia de millones de chilenos. Juegos como la payaya, las bolitas, el volantín o el luche, los que además cumplen con fomentar la actividad al aire libre y la socialización con sus pares.

 

¿Sabía usted que existen varias aplicaciones móviles que buscan recrear el encumbramiento de un volantín?. Así es, aquella experiencia que permanece en los recuerdos de infancia de la mayoría de los chilenos hoy se vive con los pulgares presionando una pequeña pantalla, y lo que es peor… solos y encerrados.

Mucho se podrá decir que son los tiempos que corren, pero ello no implica que la situación sea preocupante. El acto de jugar y compartir al aire libre es crucial para una vida saludable en muchos sentidos; no sólo permite desarrollar actividad física, sino que además se suman aspectos emotivos y sociales para una vida más plena.

Basta con que hagamos nostalgia. Es evidente que hoy se ha ido perdiendo la vida de barrio y es difícil encontrar grupos de niños jugando a la escondida, la mosca coja, la pinta o el asfixiante "zoo". Pero lo más preocupante es que aquellas entretenciones se vayan perdiendo de la memoria colectiva.

Los juegos típicos y tradicionales son parte de la identidad de los chilenos; y es por ello que existen distintas entidades culturales que buscan instaurar su valor patrimonial. Ello busca ser un llamado de atención para los padres y la sociedad en su conjunto. El objetivo es que nuestros hijos lleguen a vivir en carne propia esas tradiciones, y no en el celular. 

Pero primero conozcamos algunos juegos tradicionales chilenos, mucho de los cuales se asocian a los días primaverales. Seguro que a más de alguno le traerá gratos recuerdos. 

El volantín: Este juego milenario de oriente comenzó a ser utilizado con fines bélicos pero pronto se impuso la sana entretención por medio de distintos tipos y diseños. En Chile se transformó en tradición desde el siglo XVIII y hoy se asocia a las Fiestas Patrias y la Primavera. Se recomienda en terrenos planos y abiertos, con viento y sin presencia de cables. En nuestra ciudad el lugar más emblemático es la Desembocadura del Bío Bío.

El palo ensebado: Esta prueba consiste en escalar un palo o vara de 20 centímetros de diámetro y de 5 a 6 metros de alto. El palo untado en grasa deberá ser trepado para alcanzar el premio que está en la cima. Se suele practicar en localidades rurales y principalmente en Fiestas Patrias. Una trágica experiencia en un evento de la Udec demostró que jamás debe intentarse en el mástil de una bandera.

Carrera de tres pies: Peculiar competencia en que dos personas corren juntas amarradas de los tobillos y gana el primero en cruzar la meta. Lo más entretenido es que la mayoría de las parejas terminan en el suelo. 

La payaya: Juego tradicional que ha ido quedando en el olvido y que consistente en equilibrar cierta cantidad de piedras en la palma extendida de la mano. La idea es lanzar las piedrecillas verticalmente con la palma al cielo extendida en posición horizontal y, mientras dura su trayectoria, invertir la orientación de la palma para recibirlas. El juego va aumentando su dificultad como lo es desde tirar las 5 piedras al suelo, seleccionar una, tirarla hacia arriba y cuando va en el aire tomar una piedra del suelo y recibir la que viene cayendo del aire, para luego, en otra etapa, tirar una piedra al aire y recoger dos o tres del suelo. 

El luche: Consiste en tirar un tejo (a veces se usan tarros de mentolatum o de betún) y saltar con un solo pie tratando de recogerlo o patearlo fuera de la cancha demarcada. El primer jugador lanza el tejo hacia el casillero número uno. Luego, saltando en un pie, brinca dentro de él, lo saca, ya sea pateándolo con el único pie en que esta parado o recogiéndolo. Después sale de la misma forma en que entró. Lo mismo va haciendo con las diferentes casillas, en forma progresiva. Hasta llegar a la última.

Las bolitas: Este juego apareció en Chile en el siglo pasado y se trata de hacer chocar entre sí dos o más bolitas o canicas, derivando en distintas variaciones.

Una de las más populares es la "hachita y cuarta". Consiste en que el que va a iniciar el juego, saca del hoyo su bolita y la lanza a "chitar" a la de su compañero. Si lo logra, marca con la mano una medida llamada "cuarta" (del pulgar al meñique con la mano extendida) y lanza su bolita al hoyo. Si acierta a introducirla gana.

También está el juego de la troya, donde se dibuja un círculo sobre la tierra dentro del cual los participantes colocan cierta cantidad de bolitas por igual. A continuación todos lanzan sus bolitas por turno hacia el círculo, buscando sacar de allí el máximo de bolitas de sus oponentes
 

Etiquetas