
Especialista en inteligencia artificial es el líder nacional de un proyecto internacional que busca desarrollar innovadoras soluciones y estrategias que aprovechen el mundo de ventajas de las más vanguardistas herramientas en pos del bienestar de la población, que van desde facilitar procesos hasta acortar diversidad de brechas de acceso para mejorar resultados, sistemas sanitarios y sociedades.
El más reciente Termómetro de Salud Mental Achs-UC reveló que 24,8% de la población nacional presenta síntomas de ansiedad y 13,7% de depresión. Son dos de las problemáticas psiquiátricas más frecuentes en Chile en personas de los distintos grupos etarios y una realidad crítica compartida a nivel global.
Desde ese escenario surge y busca abordar la iniciativa “Nuevas tecnologías para el diagnóstico precoz, tratamiento y seguimiento en salud mental con perspectiva iberoamericana” donde participan investigadores de la Universidad de Concepción (UdeC) y del Doctorado de Inteligencia Artificial (DIA) del Cruch Biobío-Ñuble, junto a decenas de otras naciones.
Es un proyecto de cuatro años de ejecución que financia el Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (Cyted) y apuesta por promover la colaboración internacional e interdisciplinaria para desarrollar estrategias innovadoras que integren campos como inteligencia artificial (IA), neurociencia y tecnologías digitales para abordar problemáticas mentales.
Una red colaborativa de 94 especialistas de 23 grupos de investigación de 9 países permitirá llevar adelante la propuesta hacia sus trascendentales objetivos. En un proceso cuyo coordinador nacional es el doctor en IA Pedro Salcedo, académico de UdeC y miembro del claustro del DIA, y un equipo local de coinvestigadores lo componen el doctor en Ingeniería Informática Pedro Pinacho; el doctor en Psicología Claudio Bustos; la doctora en Psicología Carolina Inostroza; y como asesores en IA y sistemas participan los doctores Ricardo Contreras y María Angélica Pinninghoff.
Es así que se sumarán relevantes aportes de la investigación desde Biobío para impactar al mundo.
“La investigación y el desarrollo de tecnologías de apoyo en el campo de la salud mental representan una necesidad a nivel mundial”, sostiene el doctor Salcedo, director del Departamento de Metodología de la Investigación e Informática de la Facultad de Educación UdeC.
Y la razón es que la integración adecuada de las nuevas herramientas tecnológicas disponibles se vislumbra como la puerta a un mundo de oportunidades y beneficios, desde optimizar procesos hasta eliminar barreras de acceso que afectan a alto porcentaje de personas por motivos como distancias, falta de recursos o escasez de especialistas, al punto que el investigador asegura que “la IA y las nuevas tecnologías tienen el potencial de transformar la salud mental”.
Al respecto, destaca usos e impactos en mejorar la precisión y eficiencia en el diagnóstico, personalizar tratamientos e intervenciones, facilitar el acceso a la atención sin importar las limitantes, y permitir un seguimiento de los pacientes.
Entonces, estas herramientas “pueden ayudar a acortar brechas al ofrecer herramientas accesibles y escalables que superen las limitaciones de tiempo y recursos de los sistemas de salud tradicionales. Por ejemplo, la IA puede analizar grandes volúmenes de datos para identificar patrones y predecir riesgos, desarrollar aplicaciones de apoyo emocional y realizar intervenciones tempranas”, manifiesta el doctor Salcedo.
Ante el crítico contexto de la salud mental a nivel nacional e internacional, la prevalencia e impacto de las brechas y limitantes, y el potencial del avance científico y tecnológico de la mano de campos como la IA, aparece como una necesidad y oportunidad de transformación el proyecto “Nuevas tecnologías para el diagnóstico precoz, tratamiento y seguimiento en salud mental con perspectiva iberoamericana”.
La propuesta considera diversidad de aristas y objetivos con un enfoque especial en adolescentes, dado lo crítico de su etapa para el desarrollo vital y su situación, releva el coordinador nacional e investigador UdeC-DIA Pedro Salcedo.
Una meta básica, de cara a los próximos cuatro años de trabajo, es producir conocimiento científico que permita diseñar estrategias efectivas tanto para prevenir como para tratar y seguir problemas de salud mental. “Específicamente, se busca abordar la detección y diagnóstico temprano, la intervención y personalización del tratamiento, el desarrollo de aplicaciones de apoyo y seguimiento, la IA explicativa para terapeutas y pacientes, y la aplicación de estos desarrollos en entornos reales”, resalta sobre resultados esperados del trabajo.
Para ello, se trabajará en torno a distintos ejes, en lo que menciona el intercambio de recursos y conocimientos entre los miembros del equipo para la generación de conocimiento básico y aplicado en el área, el desarrollo de sistemas (de detección precoz, intervención, personalización y tratamiento de patologías en adolescentes), la formación de capital humano, y la socialización y capacitación mediante instancias como jornadas multidisciplinarias en tecnología y salud mental o publicaciones en distintos formatos.
“Es importante destacar el enfoque iberoamericano del proyecto que busca abordar las necesidades y particularidades culturales de la región”. También se enfatiza la importancia de la participación activa de los usuarios finales (pacientes, familiares, profesionales de la salud) en el diseño y desarrollo de las soluciones”, releva el doctor Salcedo.
Bajo ese contexto el gran potencial de este proyecto. Y el coordinador nacional manifiesta que proyectan que los resultados tengan impacto significativo en el mejor abordaje de la salud mental, desde el diagnóstico e intervención, hasta prevención y reducción de riesgos y efectos negativos.
“Se espera que las herramientas y estrategias desarrolladas mejoren la detección temprana de trastornos mentales, permitan intervenciones más personalizadas y efectivas, faciliten el seguimiento continuo de los pacientes y amplíen el acceso a la atención”, profundiza.
Pero, el potencial de impacto beneficioso si es que se integran las nuevas soluciones puede llegar mucho más lejos si de salud pública y bienestar social se trata.
Según plantea Salcedo se podrían traducir en reducción de la carga de la enfermedad mental, mayor eficiencia en los sistemas de salud y mejora en la calidad de vida de las personas. “Además, se espera que el proyecto fortalezca la colaboración entre investigadores y profesionales de la salud en la región, generando un impacto a largo plazo en la capacidad de investigación e innovación en salud mental”, manifiesta.
Pero también reconoce diversos desafíos importantes, fundamentalmente en infraestructura, financiamiento, regulación y la integración de las tecnologías en los sistemas de salud existentes. Ante ello, asegura: “este proyecto busca contribuir significativamente al avance de este campo en el escenario chileno y regional”.
Ante el desarrollo e integración la IA y nuevas tecnologías al campo de la salud aparecen aspectos tanto técnicos como sociales que se vuelven retos que se deben abordar con responsabilidad y rigurosidad para maximizar beneficios y minimizar potenciales riesgos. Algo que se visualiza y considera en el proyecto “Nuevas tecnologías para el diagnóstico precoz, tratamiento y seguimiento en salud mental con perspectiva iberoamericana”.
El académico UdeC y especialista en IA, doctor Pedro Salcedo, menciona el desafío de “la privacidad y seguridad de los datos: manejar información sensible de los pacientes requiere garantizar la máxima protección y cumplimiento de las regulaciones de privacidad”.
También define como clave la validación clínica que asegure la precisión, eficacia y confiabilidad de las herramientas. Y está la aceptación y capacitación de profesionales de la salud, porque puede haber resistencia al cambio o falta de competencias críticas para utilizar las nuevas tecnologías.
También menciona la interoperabilidad: “lograr que las nuevas tecnologías se integren de manera efectiva con los sistemas de salud existentes es un desafío técnico y organizativo”.
“Abordar cuestiones éticas como el sesgo en los algoritmos, la responsabilidad en la toma de decisiones y el impacto en la relación terapéutica es esencial”, añade.
Otro aspecto que considera crucial es acortar las brechas digitales para garantizar la equidad en el acceso de las soluciones que permita que lleguen a todas las poblaciones, incluyendo a usuarios de áreas rurales o remotas y/o con bajos recursos.