El Centro de Energía Ucsc llevó a cabo labores para medir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al desarrollo de la reciente versión del evento. Idea es aportar con datos que contribuyan en la toma de decisiones tendientes a reducir su impacto ambiental y aumentar su sustentabilidad.
El próximo mes estarán los resultados que permitirán cuantificar el impacto ambiental que tuvo el último Festival REC (Rock en Conce), realizada durante el último fin de semana de octubre y cuya asistencia fue estimada en 130 mil personas por parte de la organización.
Se trata del evento musical y cultural gratuito más grande Chile, financiado por el Gobierno Regional del Biobío y producido por el Teatro Biobío, a cuya sustentabilidad en su versión 2023 y sobre todo para aumentarla en las próximas contribuyó la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc) a través de su Centro de Energía.
Medición de la huella de carbono de la energía utilizada en el evento y un tótem solar para la recarga de baterías de celulares fueron las acciones concretas que se impulsaron en este trabajo, el que fue posible de concretar mediante un acuerdo entre la Ucsc y el Teatro Biobío.
Los doctores Aníbal Morales y Guillermo Ramírez, académicos de la Facultad de Ingeniería e integrantes del Centro de Energía Ucsc, lideraron la iniciativa para calcular la huella de carbono del REC 2023 y se materializó mediante el despliegue de un equipo de investigadores.
Guillermo Ramírez explicó que la huella de carbono es la cantidad total de gases de efecto invernadero (GEI) que libera a la atmósfera la actividad humana, siendo uno de los principales el dióxido de carbono (CO2).
Para medirla se deben evaluar las emisiones de GEI asociadas a una actividad de forma directa o indirecta. Y aclaró que “en el Festival REC sólo medimos los consumos directos porque son los que permitirán tomar acciones de mejora en el futuro”, particularmente emisiones asociadas a la electricidad y combustibles utilizados, ya que aseguró “los datos obtenidos ayudan a crear consciencia y permitirán identificar áreas donde se puedan implementar medidas para reducir las emisiones en futuras ediciones del Festival”.
“La medición de la huella de carbono generalmente implica un inventario de emisiones que consiste en una recopilación detallada de datos sobre fuentes de emisiones asociadas con el festival como el consumo de energía, transporte y gestión de residuos, entre otros. También se utilizan herramientas y software diseñados específicamente para facilitar el cálculo de la huella de carbono, utilizando metodologías estándar y bases de datos de emisiones”, detalló el investigador sobre los procesos que implica el trabajo de medición. También añadió que “en algunos casos se emplea el análisis de ciclo de vida para evaluar el impacto ambiental completo del festival, incluyendo etapas desde la planificación hasta la desmantelación”.
En términos técnicos, para llevar a cabo la medición de la huella de carbono del reciente REC se emplearon dos de las metodologías más utilizadas a nivel mundial para cuantificar los GEI: el protocolo GHG y la norma ISO 14064-1.
“Todas las actividades humanas tienen un impacto y una de ellas son los festivales, que convocan a muchas personas. Este tipo de actividades tienen consumos de energía que generan emisiones de gases de efecto invernadero y huella de carbono asociada. Por eso es importante que desde la producción (de los eventos) se hagan los esfuerzos para medir las emisiones asociadas a todas las fuentes fijas o móviles del equipamiento que se utilizan para luego poder tomar acciones para mitigar las emisiones”, manifestó Aníbal Morales sobre el origen e importancia del trabajo que se desarrolló en el REC 2023.
Es una tendencia mundial que los organizadores de festivales tan masivos como el local pongan esfuerzos en medir su huella de carbono, con el objetivo de generar transformaciones que lleven a reducir los impactos ambientales asociados a su desarrollo. La meta e importancia está en aportar a combatir graves problemáticas que amenazan al planeta completo, desde sus condiciones y recursos naturales como a la humanidad y toda la biodiversidad.
Y es que los GEI, que la actividad humana emana en más grandes cantidades a la atmósfera desde la era industrial, son responsables del calentamiento global que ha llevado a acelerar vertiginosamente al cambio climático.
El más actualizado informe que presentó el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (Ipcc) en 2021 reveló que desde la primera revolución industrial la Tierra aumentó su temperatura a nivel sin precedentes en al menos dos milenios y que sus repercusiones en el clima son inequívocas. Calentamiento global y cambio climático son fenómenos planetarios de manifestaciones y efectos locales, como también son las contribuciones en la exacerbación de las crisis y soluciones como son todas las acciones tendientes a reconocer y reducir los impactos ambientales de las actividades, desde lo personal e íntimo hasta lo público y masivo como un festival musical.