Ciencia y Sociedad

Fonoaudiología UdeC impulsa el primer encuentro con la tartamudez

Octubre se dedica a concientizar a nivel internacional sobre un trastorno que afecta al 1% de la población mundial. Así que este mes es el contexto ideal para desarrollar una jornada para educar y derribar creencias erróneas que pueden perjudicar el acceso a terapias, bienestar y calidad de vida.

Por: Natalia Quiero 22 de Octubre 2023
Fotografía: FONOAUDIOLOGÍA UDEC TARTAMUDEZ

Conversando las diferencias” es el título bajo el cual el 26 de octubre se realizará un encuentro con la tartamudez en la Universidad de Concepción (UdeC), impulsado desde el Departamento de Fonoaudiología y el Diplomado en Trastornos de la Fluidez del Habla de la Facultad de Medicina.

Una jornada abierta y especialmente dedicada a personas que tartamudean y a familiares de niños y niñas con el diagnóstico. Reunir, educar y crear consciencia para contribuir con su bienestar y calidad de vida es el propósito de la actividad que se ajusta a las acciones del Mes de Concientización de la Tartamudez, tal como se ha definido a octubre en el contexto del Día Internacional de la Toma de Conciencia de la Tartamudez que se conmemora cada 22 de octubre desde 1998, de la mano de la promoción de diversas instituciones.

El fonoaudiólogo Arnaldo Carocca, director del Diplomado en Trastornos de la Fluidez del Habla de la UdeC, detalla que esta iniciativa, que se realiza por primera vez, contará con el desarrollo de distintas charlas y la define de espíritu de “servicio a la comunidad” y no de corte de formación académica.

Por lo mismo, el académico destaca que con esta instancia también esperan aportar a brindar un espacio de encuentro entre personas que conviven con la tartamudez, en miras a propiciar y apoyar la formación de una primera agrupación que les reúna en Concepción y que permita un acompañamiento mutuo y desarrollo de acciones según sus necesidades e intereses.

Derribar mitos

Arnaldo Carocca, especialista en trastornos de la fluidez del habla y certificado en terapias de tartamudez, cuenta que durante el encuentro se pretende tratar de manera integral al trastorno para mejorar su comprensión y abordaje, mediante la participación de distintos profesionales.

En este sentido, adelanta que se va a conversar sobre características y origen de la tartamudez, señales para reconocerla tempranamente y objetivos terapéuticos actuales. Y resalta que se contará con la presentación de distintos testimonios de destacados profesionales internacionales.

De esta forma, se aspira a contribuir a derribar falsas creencias y erradicar mitos que permean a la tartamudez.

Sobre ello, el fonoaudiólogo resalta que en términos clínicos, al alero de las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “el diagnóstico oficial no es tartamudez, sino de un trastorno del neurodesarrollo de la fluidez del habla”.

Desde allí aclara que su causa es neurobiológica y no de índole emocional como suele pensarse, al asociarse a alguna vivencia traumática o a nerviosismo y ansiedad de las personas. También dice que hay quienes hacen la errónea asociación entre tartamudez y alteraciones a nivel cognitivo que generan deficiencia en algún tipo de función o habilidad. Y releva que no “se contagia” entre personas, como si fuera una enfermedad o una mala costumbre.

Las personas no empiezan a tartamudear porque se separaron sus padres o murió su mascota; tampoco son menos inteligentes que una persona que no tartamudea, ni más nerviosos o ansiosos, eso está desechado por la ciencia desde hace años. Las personas que tartamudean hablan distinto, porque la tartamudez es una característica del habla y por eso tampoco se puede transmitir a otros, porque es una propia forma del habla”, explica Carocca.

Y es que asegura que las expuestas son ideas muy arraigadas. Lo sabe porque son los cuestionamientos y temores que le expresan en su consulta padres y madres de niños y niñas con tartamudez o las personas adultas que tartamudean y acuden en busca de su abordaje fonoaudiológico.

No obstante, derribar esas creencias y erradicar mitos es parte de las tareas cruciales para promover la pesquisa de la tartamudez y el acceso a terapias oportunas que obtenga los máximos logros posibles y reduzca al máximo potenciales dificultades y repercusiones en la esfera socioemocional que pueden afectar en el desenvolvimiento, bienestar y calidad de vida de quienes tartamudean y sus entornos.

“La tartamudez no pasa espontáneamente y cuando se diagnostica hay que recibir terapia”

Un sustrato cerebral que produce esta característica del habla”, precisa el fonoaudiólogo Arnaldo Carocca como causa de la tartamudez, trastorno que según la OMS afecta al 1% de la población mundial, equivalente a 70 millones de personas. Y en su etiología neurobiológica “hay un componente genético importante”, afirma.

En palabras sencillas, explica que “se plantea que en la zona cerebral que programa el habla habría una organización distinta, entonces, se produce un desfase entre esta zona y la de ejecución del habla”.

Lo positivo es que el cerebro compensa espontáneamente y con terapia intentamos que se compense mucho más”, asegura. Por eso es relevante identificar que se está frente a tartamudez para asistir tempranamente a una consulta fonoaudiológica y acceder a terapia.

Reconocer el trastorno

Este trastorno se manifiesta con repeticiones, prolongaciones e interrupciones involuntarias en la emisión de las palabras. También puede acompañarse por movimientos del rostro y hasta alteraciones respiratorias. Y puede ser de causa primaria o secundaria a otras.

Al ser primaria es una condición con la que se nace, casos en que el fonoaudiólogo asegura que “se manifiesta en la primera infancia: lo normal es que alrededor de los 3 años de edad se exprese la primera manifestación; la segunda debería darse alrededor de los 5 años y la última cerca de los 7 años. Después de esa edad no tenemos una tartamudez primaria”.

Si una persona de más edad empieza a tartamudear hay que sospechar de causas como trastornos neurológicos o de alguna alteración de tipo psiquiátrico”, aclara.

Por eso, si un niño empieza a repetir sílabas o palabras, si hay bloqueos o tensión al emitirlas, hay que encender la alerta, pues si se extiende más de 10 semanas se debe consultar con especialista. El fonoaudiólogo enfatiza que esas situaciones no se pueden considerar parte del desarrollo típico del habla ni lenguaje y por ello hay que evaluar profesionalmente.

Las terapias

Porque Carocca asevera que “la tartamudez no pasa espontáneamente y cuando se diagnostica hay que recibir terapia” y que “la literatura enseña que si inicias lo más cercano al comienzo de la tartamudez, hay de 98 a 100% de posibilidades de recuperar la fluidez del habla absolutamente”.

Y personas de más edad con tartamudez establecida que no accedieron a terapia en la infancia, o con el trastorno de causa secundaria, también pueden y deben acceder a terapias que aspiran a muy buenos resultados, acorde a particularidades de cada caso.

Al respecto, cuenta que hay dos grandes modelos terapéuticos. El primero que menciona es el “modelado de la fluidez del habla”, indicado para la infancia y busca establecer y potenciar la fluidez del habla. “El segundo modelo es de modificación de la tartamudez. Cuando tenemos una persona que está tartamudeando, que tiene conductas secundarias como movimientos de grupos musculares o evitación, la idea es modificar la tartamudez, que sea más suave y que tenga control de su habla y no que la tartamudez controle su habla”, explica.

Siempre la terapia aporta algo. No siempre busca que la persona deje de tartamudear. La meta es que la persona que tartamudea sea un comunicador efectivo que tenga el control de su propia fluidez, y que no esté con mutismo, callado y aislado del mundo. Eso se puede lograr y se logra bien”, sostiene.

Educar y evitar repercusiones

Sin acceso a terapia o con falencias en la adherencia se empiezan a manifestar efectos colaterales de la tartamudez que se dan en lo socioemocional.

Hay reportes de baja autoestima, aislamiento, mutismo, depresión, fobia social y suicidio dentro de las personas que tartamudean. Eso me impacta como profesional de la salud y rehabilitación”, manifiesta Arnaldo Carocca, porque sabe cuántos logros pueden darse con una terapia fonoaudiológica bien orientada, tanto en niños como adolescentes y adultos.

Pero, su búsqueda y consideración puede ser perjudicada por creencias erróneas o por actitudes del entorno en relación con bromas, burlas o bullying que suelen afectar a quienes salen de los estándares que la sociedad considera normal, conduciendo a las consecuencias negativas. Y advierte que ello se ve sobre todo en personas adolescentes y adultas, porque han tenido más experiencia social y afrontado ciertas dificultades.

Todas esas repercusiones las queremos evitar y queremos lograr que niños se traten tempranamente para que no pasen por toda la experiencia negativa de la tartamudez que puede generar muchos conflictos psicológicos, emocionales, familiares, sociales”, destaca.

Por eso acercar el conocimiento para concientizar y educar es básico, es la clave para impulsar el acceso precoz a terapias y para construir una sociedad más empática.

Para participar del encuentro

El primer encuentro con la tartamudez de la UdeC “Conversando las diferencias” se desarrollará el próximo jueves 26 de octubre a partir de las 15:00 horas.

La cita es en el Auditorio Ivar Hermansen de la Facultad de Medicina UdeC, cuyo edificio está ubicado frente al campus central de la casa de estudios, en la esquina de las calles Janequeo con Chacabuco en Concepción.

Todas las personas que estén interesadas en participar de esta instancia de reunión y educación pueden hacerlo, previa inscripción en un formulario online que está disponible en este enlace.

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