Ciencia y Sociedad

Dr. Aníbal Scarella: “Factores externos están provocando que nuestra población sea menos fértil”

El director de la Sociedad Chilena de Ginecología y Obstetricia releva que la infertilidad tiene alta prevalencia hoy y que sigue una clara tendencia al alza que debería frenarse con mejoras en los estilos de vida, ya que sus implicancias son enormes en términos personales, familiares y sociosanitarios.

Por: Natalia Quiero 12 de Junio 2023
Fotografía: CC

Un terrible problema, cada vez más común, de enormes implicancias personales y sociales. Así es la infertilidad, patología que afecta a más de 1 cada 10 parejas en edad fértil (15%) y al 2050 podría llegar a comprometer a 1 cada 3 por consecuencia de cambios que vive la población contemporánea global.

Y por eso este mes se conmemora la Semana de la Fertilidad, en el marco del Día Mundial el 4 de junio, con el objetivo de concientizar y educar sobre la realidad de los problemas en este ámbito, desde el impacto de la presión social sobre concebir hijos que genera que muchas veces las personas padezcan en silencio, hasta cómo abordar y principalmente prevenir la infertilidad.

Es que se trata de un problema sociosanitario grave que la Organización Mundial de la Salud reconoce que compromete tanto a mujeres como hombres y se caracteriza por la imposibilidad de lograr un embarazo al transcurrir 12 meses de relaciones sexuales regulares sin usar medidas anticonceptivas.

Es decir “en términos de causalidad, la infertilidad se distribuye en 50% responsabilidad del hombre y 50% de la mujer. Por lo tanto, el manejo debe ser concomitante en ambos”, resalta el doctor Aníbal Scarella, director de la Sociedad Chilena de Ginecología y Obstetricia, y vicepresidente de la Sociedad Chilena de Medicina Reproductiva, en relación con el abordaje dentro de una pareja heterosexual.

“En los hombres, la principal causa de infertilidad es la baja calidad y cantidad de los espermios. En la mujer se produce por causa de baja reserva de óvulos, factor tubario provocado por obstrucción de las trompas de Falopio, falta en capacidad de ovular, y miomas y otras patologías que afectan al útero”, detalla el gineco-obstetra especialista en Medicina Reproductiva.

Impacto evitable

El profesional explica que hay problemas de fertilidad de origen biológico inevitable. En ese marco está la endometriosis, patología para la que no se conocen métodos preventivos y afectaría 10% de las mujeres. “La endometriosis es la presencia de tejido endometrial fuera del útero que genera alteraciones anatómicas y funcionales del aparato reproductor femenino, provocando infertilidad en porcentaje importante de las mujeres que la padecen”, sostiene.

Porque hasta 50% de las mujeres que la padecen experimentan dificultades para concebir.

Sin embargo, el acento del especialista está en que el gran peso en la incidencia de la infertilidad lo tienen factores ambientales o externos que están alterando la biología y enfermando a las personas, pero evitables.

Exposición a sustancias tóxicas como tabaco y otras drogas, incremento en infecciones de transmisión sexual (ITS), obesidad y postergación de la maternidad es lo que “constituyen los cuatro enemigos públicos de la fertilidad masculina y particularmente de la femenina, porque son factores que convergen en una tormenta perfecta que está provocando que nuestra población cada vez sea menos fértil”, asevera.

Son condiciones prevalentes hoy y más a futuro de seguir la trayectoria actual, porque están cambiando el perfil epidemiológico y demográfico de la población chilena por factores como los anquilosados hábitos alimentarios nocivos o el sedentarismo, entre otros.

La obesidad interfiere con la ovulación en la mujer y la última Encuesta Nacional de Salud 2016-17 reveló que las personas adultas con sobrepeso y obesas superan al 74% de los habitantes de Chile. Y el Mapa Nutricional 2019 de Junaeb determinó que estos problemas afectan a más de la mitad de los escolares.

El daño orgánico se empieza a generar desde etapas cada vez más tempranas. Lo mismo pasa con la exposición a sustancias nocivas como el cigarrillo o alcohol.

“También sabemos que las ITS son sumamente prevalentes y crecientes en Chile. Hay estudios que demuestran que algunas podrían afectar al 5% de las mujeres. Particularmente clamidia y gonorrea son cada vez más frecuentes por cambios de hábitos sexuales de la población”, advierte el doctor Scarella. Estas afecciones provocan daños en el aparato reproductor que llevan a infertilidad.

Y se detiene en el impacto de la postergación de la maternidad. “El atraso en la edad en que las mujeres se están embarazando se ha transformado en una importante causal de infertilidad, porque las mujeres nacen con un número limitado de óvulos y con la edad se empiezan a perder”, detalla. Distinto es en los hombres, quienes todo el ciclo vital pueden generar espermios.

“Es importante considerar que la fertilidad femenina no es infinita”

Para el doctor Aníbal Scarella es estar conscientes como sociedad de la realidad de la infertilidad para avanzar en estrategias relacionadas con protección, prevención y tratamientos oportunos.
Porque a la luz de los datos no hay dudas de que se trata de un problema sociosanitario grave, seguramente escondido en cifras negras de la invisibilización de un tema que muchas personas temen hablar y por la existencia de muchos casos que no llegan a la consulta. Y la tendencia es sólo hacia el alza.

Al respecto, advierte un impacto en la salud mental y calidad de vida de las parejas que desean concebir y no pueden, así como en la salud pública. Además, destaca consecuencias demográficas, económicas y sociales del aumento en la prevalencia de la infertilidad, directamente relacionado con baja en natalidad.

Concientizar la endometriosis

Uno de los primeros puntos que releva el facultativo es que Chile debe estar preparado para atender las necesidades sanitarias vinculadas con la infertilidad.

En ese contexto es que en las sociedades médicas que representa han decidido aportar a la visibilización y han puesto especial foco en la endometriosis. Y es que un gran desafío es “el manejo oportuno y adecuado de la endometriosis, porque estar alerta a esta patología va a ayudar a hacer un diagnóstico más precoz y oportuno”, afirma, de esta y la infertilidad.

Es un desafío grande porque reconoce que “la endometriosis es difícil de detectar por falta de concientización de profesionales de la salud y de las mujeres, lo que genera que se retrase el diagnóstico que puede tardar hasta 10 años e influye que la enfermedad progrese, genere más infertilidad y además un desmedro en la calidad de vida de quienes la sufren”.

Lo anterior lo relaciona con la normalización que históricamente se ha hecho de lo que en realidad son síntomas de la afección, porque los principales son el dolor durante la menstruación, al mantener relaciones sexuales o al defecar, además de dificultades para concebir.

Tratamientos

También resalta la importancia de que el país se prepare para tener la capacidad de tratar de manera apropiada a un número creciente de personas.

Porque existen distintas herramientas terapéuticas para la reproducción asistida a las que pueden acceder las personas en Chile, en el sistema privado o público, y la base para alcanzar la tasa de resolución óptima es que el tratamiento se evalúe por un especialista en medicina reproductiva que considere al paciente en su contexto, necesidades e intereses.

“La inseminación intrauterina es el tratamiento de baja complejidad, que consiste en depositar el espermio del varón en el útero de la mujer para facilitar el encuentro con el óvulo”, detalla. “Este es la primera línea y después de tres ciclos tienen tasas de embarazo en torno al 30%”, precisa.

Si no funciona, como hay casos que pasan directamente, viene la fertilización in vitro en que el óvulo y espermio se fecundan en laboratorio. “Son tratamientos más costosos, levemente más invasivos, pero más efectivos: las tasas de embarazo están en torno al 50%”, asegura Scarella.

También está la cirugía, añade.

Cambios en estilos

Aunque para el profesional lo más trascendental es fomentar hábitos saludables desde la infancia y adolescencia hacia la adultez o modificarlos cuanto antes para proteger la salud y prevenir afecciones o mejorar las condiciones biológicas en quienes tienen en sus planes concebir.

No tiene dudas, en los estilos de vida está la mayor amenaza y la clave para cuidar la fertilidad. “Las mejoras en las condiciones biológicas de las personas pueden ser herramientas tan poderosas como los tratamientos de reproducción asistida”, afirma, refiriéndose a prevenir obesidad o hábitos como consumo cigarro. Aquí también se incluye la responsabilidad en la vida sexual para prevenir las ITS considerando chequeos regulares, así como decisiones relacionadas con la maternidad y su postergación en particular.

“Es importante considerar que la fertilidad femenina no es infinita y la mujer desde los 32 años empieza a disminuir su fertilidad en forma muy abrupta. Por tanto, quienes quieren posponer su maternidad y están en este grupo deben tomar muy en serio el efecto que tiene el paso del tiempo y la edad sobre las posibilidades de embarazarse”, enfatiza.

En esta materia tampoco pasa por alto advertir que la postergación de la maternidad no sólo se relaciona con mayor riesgo de infertilidad cuando desee concretarse, sino también exacerba el de sufrir complicaciones o patologías del embarazo que pueden afectar el bienestar materno y fetal.

Etiquetas