Ciencia y Sociedad

Reforestar e investigar: proyecto apuesta por potenciar el valor natural del quillay

Plantar dos millones de árboles en cinco años es la meta del trabajo. Objetivos son contribuir a recuperar al degradado bosque nativo a partir del aumento de la superficie cubierta con un árbol de relevancia ecológica, social y económica, junto con impulsar el desarrollo biotecnológico y uso agroecológico de especies nativas.

Por: Natalia Quiero 06 de Mayo 2023
Fotografía: En la provincia del Biobío se está ejecutando el proyecto piloto que partió a fines de 2022 (Plantae Labs)

Plantar dos millones de ejemplares de quillay (quillaja saponaria), en 250 hectáreas dentro de la Región del Biobío y un plazo de cinco años. Esa es la meta de un proyecto de reforestación e investigación que se implementa desde fines de 2022 en un predio de la comuna de Quilleco, al límite de Tucapel, en la provincia del Biobío.

Contribuir a recuperar y conservar una degradada flora nativa, al tiempo de profundizar los saberes sobre una especie nativa emblemática dentro del patrimonio natural y sociocultural chileno son los grandes objetivos de la iniciativa que se implementa a través de una alianza entre entidades nacionales e internacionales.

Justamente, el reconocimiento de los grandes valores ecológico, social, económico e industrial que tiene el quillay, endémico del bosque nativo esclerófilo, es la semilla del trabajo con que se apuesta por “dar una respuesta sólida a los problemas de deforestación y degradación que vienen sufriendo nuestros bosques naturales, y promover el uso agroecológico de las especies nativas”, asevera el doctor Juan Aguilera, gerente forestal de Plantae Labs, biotecnológica chilena Plantae Labs que es una de las impulsoras del proyecto.

Valioso árbol

Para abordar lo valioso del árbol, el experto forestal parte aseverando que “el quillay posee una importancia superlativa en la región”.

En este sentido, releva “su profunda conexión con el acervo cultural de la región y relevancia como especie clave en los ecosistemas boscosos, en parte debido al elevado grado de interacción que muestra con otras especies de plantas, aves, mamíferos e insectos”.

En efecto, como toda especie presente naturalmente en un hábitat, es clave para mantener sanos a los ecosistemas y se realicen las dinámicas que establecen sus distintos integrantes, cada uno con un valioso rol ecológico y establecimiento de funciones individuales y colectivas que se traducen en servicios ecosistémicos. En otras palabras, beneficios para el ser humano y algunos de importancia vital como proveer aire limpio y agua o brindar recursos naturales que pueden ser alimento o sustento económico.

Servicios ecosistémicos que al hablar específicamente del quillay se desprenden de lo que el doctor Aguilera destaca como “sus propiedades bioquímicas únicas”. Por ello, sirve de materia prima para fabricar productos con variedad de fines e impactos, desde la salud en su estudio para generación de vacunas o alimentación animal hasta aplicaciones en cosmética y agricultura.

Las fases del proyecto

Por todo ello es que el proyecto de reforestación e investigación busca, en distintos plazos, incrementar la superficie cubierta con el valioso quillay, preservar los ecosistemas naturales y el desarrollo de soluciones biotecnológicas y sustentables. Algo que promoverán desde la plantación que abarcará cada vez más territorio y también con estudios sobre su comportamiento silvícola en relación con distintos parámetros y estrategias de plantación para identificar las condiciones específicas para hacer más eficiente y aumentar la capacidad de crecimiento natural del quillay.

Conocer la respuesta de la especie a distintos estímulos permitirá entender bajo qué condiciones puede expresar el 100% de su potencialidad genética, para luego replicarlas a gran escala e incrementar de forma significativa la superficie cultivada con quillay”, asevera Juan Aguilera.

Para ello, la ejecución de este proyecto consta de varias etapas. La primera comenzó con la plantación de 31 mil árboles de quillay en 8 hectáreas que están siendo monitoreados periódicamente para evaluar su respuesta a distintas variables. Este 2023 se pretende ampliar a cerca de 60 hectáreas plantadas, hasta alcanzar su meta en un lustro.

Más evidencia

Este proyecto no sólo se destaca por el vasto territorio y gran cantidad de ejemplares de quillay con que se quiere reforestar, también por ser pionero al estar en la frontera de un conocimiento que se espera correr con sus resultados.

No es que nunca se hayan desarrollado trabajos pilotos para optimizar parámetros de crecimiento en este árbol nativo, porque el doctor Juan Aguilera reconoce que hay experiencias, pero también que “la información publicada es escasa y con estudios que raramente superan los 12 meses de monitoreo”.

Evidencias provenientes de investigaciones chilenas, claro está, porque el quillay es endémico, y que ha sido importante para incentivar esta iniciativa que se ejecuta en la Región del Biobío y que el experto forestal asegura que “aportará información con una base científica sólida y un monitoreo de al menos dos años, contribuyendo con nueva data sobre el conocimiento que se tiene actualmente de esta especie”.

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