El ecólogo, uno de los más importantes de Chile, visitó la UdeC para dar una charla magistral en la que abordó la importancia del trabajo interdisciplinario e integrar conocimientos de distintas áreas para abordar fenómenos y urgentes retos complejos que ocurren en un planeta de naturaleza invisiblemente conectada. Todo tiene a la base la colaboración entre disciplinas y personas, para mejores soluciones.
Los retos que enfrenta la sociedad son cada vez más complejos y demandan soluciones de complejidad a la altura. En su búsqueda, desarrollo y aplicación es esencial el avance y aporte del conocimiento científico, donde se vuelven relevantes las contribuciones de distintas disciplinas y especialidades a un tema y, sobre todo, la comunión de estas. Algo que se conoce como trabajo interdisciplinario, que conduce a miradas y comprensiones más amplias e integrales de una temática, problemática o fenómeno.
Esa convicción ha guiado el quehacer del doctor Francisco Bozinovic, uno de los ecólogos más importantes del país y Premio Nacional de Ciencias Naturales 2020 (último distinguido con el galardón que se da cada dos años) y que buscó transmitir para inspirar a nuevas generaciones de científicos como expositor que dio la charla magistral para iniciar el año académico del Postgrado de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas (Fcno) de la Universidad de Concepción (UdeC), hace pocos días.
“Biología integrativa y los hilos invisibles de la naturaleza” fue el título y, justamente, el científico se ha destacado por sus grandes aportes al desarrollo en Chile de la biología integrativa, en lo que se plasma esa necesaria sinergia de experticias.
Una forma simple de comprender la biología integrativa es verla como un paradigma interdisciplinario al abordar la biología, pues busca mirarla como un conjunto y no por partes, explica Bozinovic, académico del Departamento de Ecología de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile y subdirector del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (Capes). Ello, porque bajo la operación convencional se suele dividir a la biología en distintas áreas y especialidades, desde lo más próximo que es la biología celular, molecular, fisiología y bioquímica hasta aspectos últimos que tiene que ver con los niveles ecológicos y evolutivos. “La idea es tener la concepción de que los organismos son un organismo completo que interactúa con el ambiente, que no es separable”, afirma. Por ello, asegura que “un fenómeno biológico debe ser mirado desde sus causas próximas y las consecuencias últimas”. Eso implica integrar distintas áreas disciplinares, conocimientos y capacidades. Interdisciplina. Biología integrativa.
Desde allí, lo que aclara el ecólogo es que la existencia de diversas áreas de especialidad e investigación en la biología, tal como ocurre con las diversas disciplinas científicas, radica en que cada campo específico es un mundo en sí mismo, por eso necesita dedicación particular y no hay un profesional de la biología -u otras ciencias- que pueda estudiar a cabalidad todas las dimensiones y complejidades. La biología integrativa, por ende, no implica que un persona haga todos los aportes: reúne en un mismo propósito a distintas personas con distintas experticias y herramientas.
En efecto, pensando en impactar en la formación de pre y postgrado presente, Francisco Bozinovic sostiene que “en la era del Antropoceno, de cambio global y su impacto sobre la biodiversidad, la nueva generación debe darse cuenta que los fenómenos, biológicos en este caso, deben ser abordados desde diferentes perspectivas, desde diferentes niveles de organización biológica, para tener una visión más holística”.
Eso, resalta, tiene todo que ver con el concepto de “hilos invisibles de la naturaleza” que abordó en su exposición, pues aunque no sea patente a simple vista “estamos todos conectados, la naturaleza es una sola, el planeta es uno solo”, asevera. Y por el amenazado, vulnerable y dañado estado de la Tierra es que entender dicha relación invisible y vitalmente conectada es urgente; tanto como lo es poder observar y comprender holísticamente todo fenómeno, tal como se necesita la interdisciplina e integrar.
Y ello hace que el doctor Bozinovic se detenga en un aspecto que considera más fundamental: “científicos de otras generaciones fuimos formados en la competencia, pero es necesario cambiar el paradigma de competir hacia el de colaborar”. Según plantea, la colaboración está a la base de la biología integrativa, pero principalmente debe ser la forma de hacer toda la ciencia del presente para el futuro, para llegar a mejores resultados que lleven a más efectivas soluciones y decisiones en el abordaje de desafíos urgentes como son las grandes crisis climáticas y ambientales que acechan a la humanidad y planeta.