Iniciativa liderada por la Ufro y del que participaron investigadores de cinco ciudades chilenas, desarrolló y probó una plataforma virtual, una aplicación y una clínica móvil con la que se buscó brindar atención odontológica oportuna y acortar brechas.
De Concepción fue el “paciente cero” y no de una letal enfermedad, sino de una iniciativa que ha apostado por innovar para evolucionar la forma de brindar atención odontológica y acortar brechas, tanto históricas como configuradas a partir de la pandemia de Covid-19, y que afectan muy crudamente a la población mayor.
Se trata de “Plataforma tecnológica semipresencial de apoyo para atenciones odontológicas de urgencia y prioritarias del adulto mayor”, propuesta liderada por la Universidad de la Frontera (Ufro) de Temuco, de la que participaron casas de estudio de cinco regiones y posible de ejecutar tras la selección del concurso para asignación rápida de recursos para investigar en el contexto pandémico de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (Anid). Gracias al proyecto, a través de un piloto que partió en febrero de 2021 en la capital penquista y se extendió varios meses y llegó también a Antofagasta, Santiago, Talca y Temuco, se atendió 132 pacientes, quienes recibieron rápidamente una solución efectiva a sus problemas, rompiendo paradigmas que han solido definir a la realidad.
El objetivo del pilotaje fue probar el funcionamiento de la plataforma desarrollada por el grupo interdisciplinario de investigadores chilenos que la vieron como respuesta para satisfacer una necesidad que quedó más desnuda durante la pandemia como son las dificultades para acceder a atenciones odontológicas y una condición precaria de salud oral en las personas mayores, según asegura el director del proyecto Víctor Beltrán, director del Centro de Investigación e Innovación en Odontología Clínica y académico de la Facultad de Odontología de la Ufro. “La población mayor son pacientes que tienen pérdida dentaria y un porcentaje importante tiene desdentamiento total, producto de caries o enfermedades periodontales, por ejemplo”, advierte el profesional. Así, muchos usan prótesis que también requieren cuidados específicos.
Falta de educación en salud oral, pocos especialistas y sobrecarga del sistema que deriva en falta de horas y listas de espera, problemas de movilidad que dificultan el desplazamiento y hasta lo impiden si son pacientes con un grado de dependencia o postrados son parte de las problemáticas que se traducen en el gran problema de la salud oral de las personas mayores del país, lo que se exacerbó en tiempos de Covid-19 que no sólo derivó en la recomendación de mantener confinamiento para evitar exponerse al patógeno, sino también se definió al grupo etario como de riesgo a la enfermedad y se llamó a extremar medidas de prevención en ellos, sumándose el temor de acudir a recintos asistenciales, incluso en casos necesarios como una urgencia dental.
Conscientes de la realidad, la propuesta del equipo fue desarrollar e implementar una plataforma virtual de teleodontología llamada “Tego”, una aplicación móvil y funciones presenciales por parte de un dentista general en una clínica móvil con equipamiento odontológico de punta para brindar atenciones referidas a urgencias dentales y tratamientos prioritarios en las cinco ciudades.
Víctor Beltrán cuenta que la plataforma virtual permitió la interacción sincrónica (remota) o asincrónica entre paciente y un equipo de especialistas en odontología y médico-geriatría de los distintos centros de las casas de estudio participantes que apoyaron el trabajo del profesional en terreno en la resolución de las urgencias dentales de los mayores, con una clínica que se acercaba al domicilio de cada persona que fue parte del piloto. La aplicación buscó favorecer el monitoreo remoto de los pacientes, permitiendo entregar una atención oportuna en todo momento. La selección de beneficiarios se dio a través de una articulación con las distintas direcciones regionales del Servicio Nacional del Adulto Mayor y en Concepción en específico también se contó con el apoyo del Cesfam Víctor Manuel Fernández.
Desde una fractura de prótesis dental que no permitía ingerir alimentos hasta una lesión leve que potencialmente podría ser cáncer bucal fueron parte de las condiciones que en el piloto se intervinieron y no estaban siendo atendidas mediante el sistema formal por los motivos expuestos. En este sentido, el investigador resalta que “este proyecto es una enorme contribución al bienestar de los adultos mayores, resguardando su salud al evitar que asistan a los centros asistenciales, disminuyendo con ello su exposición a potenciales focos de contagio” y también cree que Tego mostró que “si bien la teleodontologia no resolverá todos los problemas, es una herramienta tecnológica potente que nos permitirá optimizar la atención odontológica efectiva y podemos crear una red interconectada de centros como probamos en el piloto”.
La razón, afirma, es que la plataforma demostró que pueden evitarse viajes innecesarios, hacer más rápida, efectiva y óptima las atenciones odontológicas en general y de especialistas en particular, reduciendo tiempos de espera que para algunos pacientes pueden ser varios largos meses y llegando más oportunamente a diagnósticos y abordajes, sin dejar de mencionar ahorros en recursos económicos.
“Por eso la teleodontología llegó para quedarse”, destaca Beltrán. Y debería. Por lo pronto, el equipo líder recibió subvención para continuar en La Araucanía y capacitó a equipos de Colombia y México donde la idea se replica, pero el anhelo es que una iniciativa como esta y similares se expandan en tiempo y espacio, para lo que se espera que existan más entidades chilenas interesadas para disponer todas sus capacidades y más financiamiento para avanzar.