Instituciones del Consejo de Rectores local implementarán el postgrado que formará capital humano avanzado para impulsar el desarrollo regional. El proyecto será posible gracias a la adjudicación de un FIC Regional de alto impacto.
“Capital humano avanzado en inteligencia artificial para el Biobío” es el nombre de uno de los proyectos de la línea de alto impacto que se adjudicaron financiamiento del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R) 2021, que otorgó el Gobierno Regional del Biobío. Son $2.500 millones que se asignaron a la iniciativa postulada por las casas de estudio que conforman el Consejo de Rectores de las regiones de Biobío y Ñuble, que tiene como gran objetivo implementar el primer programa de doctorado en inteligencia artificial (IA) aplicada de Latinoamérica.
El proyecto es liderado por la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc) que preside el Consejo que también integran las universidades de Concepción, del Bío-Bío y Técnica Federico Santa María; todas trabajarán de manera asociativa y colaborativa durante tres años para diseñar y ejecutar el postgrado con el que se busca aportar al avance regional en ciencia, tecnología e innovación a partir de la formación de profesionales capaces de identificar problemas que se puedan abordar desde la IA y realizar investigaciones que generen conocimientos y soluciones basados en el uso de esta, cuenta el doctor Hugo Garcés, académico de la Facultad de Ingeniería Ucsc y director del proyecto FIC-R cuya directora alterna es Johanna Vergara, directora de Postgrado de la misma institución. Y el fin de ello, sostiene, es contribuir al progreso regional, sumando a la consolidación de la Región del Biobío como polo de desarrollo científico-tecnológico.
Un horizonte al que se mira con razón y ambición, pues Garcés afirma que “según la Ocde, otras entidades y documentos se ha establecido que la inteligencia artificial aplicada es uno de los temas emergentes en el desarrollo tecnológico en general”. Y también se ha promovido a la aplicación de la IA como factor clave para innovar en múltiples campos y mejorar procesos o servicios, aumentar la competitividad e impulsar el crecimiento económico y desarrollo de las sociedades.
La inteligencia artificial se entiende como la habilidad que tienen las máquinas de presentar las mismas capacidades propias del intelecto humano como aprender, razonar y crear, y entre sus herramientas tiene al machine learning (aprendizaje de máquina o automático) y deep learning (aprendizaje profundo), además de tener un pilar en el empleo de big data (macrodatos o inteligencia de datos).
Y de cara a la formación de capital humano avanzando en IA aplicada, el doctor Garcés cuenta que el proyecto FIC-R ha definido como áreas de interés las de manufactura y procesos industriales; salud y bienestar; educación; agricultura inteligente y sustentabilidad. Ello tiene que ver con que su aplicación puede ser en los más diversos ámbitos para mejorar el cómo se hace y sus resultados: por ejemplo, automatizando procesos industriales u optimizando el análisis de datos para tener respuestas certeras más rápidas, como pueden ser las fichas clínicas o antecedentes de personas para evaluar su estado de salud o riesgo a sufrir una enfermedad, entre una enorme lista de casos posibles de abordar que mencionarlos no cabe en el papel.
“Hay un montón de desafíos que tenemos tanto a nivel individual como colectivo donde, a partir del uso de datos y de poder procesarlos a través de distintos métodos de IA, podemos apoyar distintas tomas de decisiones en diversas áreas de interés como lo educativo, sistemas hospitalarios, recursos hídricos o calidad del aire”, manifiesta el académico. “Hoy tenemos muchos de estos datos que están listos para que podamos procesarlos”, añade, y desde su gestión con IA utilizarlos en acciones que, finalmente, contribuyan al bienestar de la sociedad regional.
Por esa diversidad de aplicaciones y aportes al desarrollo regional en distintas áreas prioritarias es que se ha proyectado al postgrado como uno orientado a profesionales de múltiples disciplinas y no sólo a aquellos de la ingeniería o tecnología, que podrían sentirse como exclusivas del interés o empleo de IA.
Para ello, el doctorado evidenciará la sinergia de todas las capacidades que hay en cada universidad, pues en todas hay académicos y/o grupos abordando distintas aristas o usos de la IA, como Hugo Garcés con proyectos en los campos de la industria y energía. En efecto, el cuerpo académico estará compuesto por investigadores de las cuatro entidades, quienes conformarán un consorcio multidisciplinar en temáticas de IA que podría convertirse en el más grande de Chile, además se dispondrá de la infraestructura disponible en cada institución. “Si cada universidad hiciera este doctorado por sí sola no sería tan robusto como si nos asociamos y unimos cada línea de investigación y desarrollo que llevamos académicos de las cuatro universidades”, destaca el director del proyecto.
Y para diseñar el postgrado una de las primeras tareas esenciales será evaluar las capacidades que existen dentro de las universidades para abordar las áreas de interés e identificar dónde hay debilidades que deben fortalecerse para materializar un programa de doctorado sostenible más allá de la finalización del FIC-R, que es el financiamiento que permitirá dar vida a la idea que debería tener forma a mediados de 2022, pues Garcés adelanta que “el compromiso es tener la matrícula con la primera cohorte de alumnos el 2023”.