Señora Directora:
Los videojuegos son mucho más que entretenimiento. Podemos verlos también como una opción para potenciar ciertas habilidades, o explorar nuevas oportunidades de pensamiento estratégico y creatividad. Ahora bien, se pueden implementar resguardos respecto a contenidos, tiempo de exposición a pantallas y desvinculación social (real), estableciendo límites, definiendo un horario específico de juego, y combinando con actividades físicas y responsabilidades. También se pueden activar los controles parentales, y vigilar el tipo de juego y acceso a contenidos, de acuerdo con la edad del jugador.
Asimismo, participar en los juegos con nuestros hijos y comprender las etapas y misiones que presentan permitirá compartir tiempo de calidad y en familia. Aquí algunas sugerencias:
Minecraft, a estas alturas un clásico, es un juego de construcción y aventuras que permite a los adolescentes expresar su creatividad al construir sus propios mundos; fomenta la resolución de problemas y colaboración, si se juega en modo multijugador.
The Legend of Zelda, Tears of the Kingdom, épica aventura de la nueva saga. La exploración, resolución de acertijos y toma de decisiones estratégicas, siempre de la mano de una narrativa que cautiva, constituyen una experiencia inolvidable, que a ratos hace sentirse protagonistas de una maravillosa película.
Stardew Valley, juego relajante que combina la simulación agrícola con elementos de aventura. Fomenta la gestión del tiempo, la planificación y la responsabilidad virtual.
It Takes Two, videojuego cooperativo donde todo lo que se desee lograr dependerá de la interacción con el otro. Fomenta el trabajo en equipo, la toma de decisiones y la creatividad. Ideal para jugar junto a nuestros hijos en un entorno visual atractivo y divertido.
Con estas sencillas sugerencias podremos adentrarnos en un universo quizás desconocido, estar en sintonía con nuestros hijos y avanzar al siguiente nivel.
Mg. Luis Tiznado Gómez