Señora Directora:
Hay varios asuntos “novedosos” en el proyecto de ley que ha ingresado a la Cámara y que algunos insisten en llamar, erróneamente, Ley de Rentas Regionales.
Tiene propuestas positivas respecto a la tutela del poder central con los dineros que administran las regiones, principalmente reduciendo la posibilidad de que el ministro de Hacienda pueda a sola firma quitar recursos ya asignados en la ley de presupuestos.
Pero llama la atención que no se de claridad de como se aumentarán los recursos, que es el principal anhelo de las regiones para asi poder acometer obras de real peso. Se eliminará el espejo del Transantiago (FAR) como fondo individual y pasará a formar parte del FNDR, lo que es lógico ya que la forma de reparto es la misma. Pero no sabemos cuanto será el total ya que estas dos fuentes de financiamiento podrán seguir siendo asignadas por el ministro del ramo dependiendo de los recursos que necesite en otras áreas de la economía.
El único fondo relevante es el que se creará a partir de cobrar un tributo por las vías congestionadas en regiones y que al parecer ha sido lo suficientemente estudiado ya que contempla recaudar cerca de 72 mil millones de pesos al año. ¿Que incentivo habrá para descongestionar, por ejemplo, la ruta 160? ¿O se comenzará a cobrar una vez que el Estado haga las inversiones por décadas postergadas?
Al igual de lo que ocurre con el proyecto de ley que cambia el nombre a los delegados presidenciales, este proyecto debe ser muy bien estudiado por los parlamentarios de regiones y no comenzar a discutir algo que a todas luces parece mas un maquillaje que cambios de verdad.
Jorge Condeza Neuber
Ingeniero Comercial