Señora Directora:
Cada cierto tiempo y ya no solo en época estival, nos despertamos con tristes noticias donde personas de diferentes edades, lugares y circunstancias fallecen y/o desaparecen arrastrados por oleajes en el borde costero de algún punto de Chile. Nadie en su sano juicio quisiera exponerse a una situación tal, pero ¿por qué nos pasa? Parece ser, que de alguna manera vamos desatendiendo las características del territorio en lugar de crecer con sus condiciones, posibilidades y restricciones, dejando en evidencia la vulnerabilidad, no sólo de quienes conviven diariamente con el mar, sino más bien de toda la ciudadanía que no internaliza dichas condiciones.
Hay programas y campañas de “verano seguro” pero no permanentes o anticipadamente, sino asociadas puntualmente al verano, es decir, una prevención extemporánea y ya sabemos que la prevención debe hacerse antes no sobre la marcha.
Gran parte de los ahogamientos en zonas de mar incluso ríos, se debe al desconocimiento del medio más que la geología, nos ha faltado profundizar además como el cambio climático estresor del comportamiento del océano, ha ido generando entre otros eventos, recurrentes marejadas, haciéndolo cada vez más severo e imprevisible.
En esta dinámica surge la necesidad de poner nuestra atención no sólo en lo inmediato de los terribles y dolorosos hechos de los cuales hemos sido testigos, sino de empezar a trabajar en las causas y procesos que los han desencadenado; es decir, las condiciones de riesgo que hacen probable la ocurrencia de los mismos deben ser si o si un camino a recorrer desde todas las esferas posibles.
Recordar que la planificación debe ser “con” el territorio y no “en” el territorio, que busque configurar los usos en el tiempo de las actividades humanas ya que finalmente es el territorio el que siempre impone su propio orden o comportamiento.
Para reducir los riesgos necesitamos conocerlos, necesitamos comprender las dinámicas naturales y por cierto las sociales que les dan origen; ese es un punto de partida clave para orientar acciones y generar soluciones que nos permitan vivir una mejor relación con nuestras hermosas costas, promoviendo una profunda reflexión para comprender “por qué nos pasa lo que nos pasa” y modificar entonces conductas y con ello, sufrimientos.
Alex Tardón Miranda
Consultor /Asesor en Gestión de Riesgo de Desastres.