Señora Directora:
Gran decepción y a la vez preocupación causa ver que cuando parlamentarios, ex constituyentes, supuestos expertos, se explayan en buscar, en especial, los errores que se cometieron en el proceso constitucional anterior, con el fin de no repetirlos otra vez.
Y se mencionan, la ausencia de sobriedad, seriedad, responsabilidad, improductivas confrontaciones, muchas vanidades personales, etcétera, pero nadie, absolutamente nadie dice que es absolutamente necesario, el que se aumenten drásticamente los requisitos que deberían cumplir los nuevos candidatos a consejeros constitucionales, que hoy, a modo de comparación, resultan ser muy inferiores, a los que se le exigen a otra persona en Chile que postula, por ejemplo, para repartidor de completos en moto, lo que demuestra, que no se aprendió nada de la frustrada experiencia convencional pasada, nada.
¿No les interesa, les da lo mismo, mientras menos sepan, mucho mejor?
Tal vez piensan, que si aumentan los requisitos, no podría postular cualquiera, y no les conviene (por su futuros políticos en las próximas elecciones) que se les acuse de promover medidas muy impopulares, pero que Chile pide a gritos, para tener los candidatos a consejeros constitucionales que se merece con todas sus letras y subrayado.
Pero, por favor, si es para redactar la nueva Constitución, no para escribir el reglamento de un Club Deportivo, o de escritores de poesía. No más enfermos imaginarios, disfrazados, votos desde la ducha, abogados “pasados de revoluciones”, fiesteros, etcétera.
Chile se los agradecerá.
Luis Enrique Soler Milla