Señora Directora:
Mucho se ha hablado de la importancia de retomar la normalidad en los colegios y de reactivar la economía a través de la creación de más y mejores empleos, pero nada de esto es posible sin un servicio de locomoción colectiva que satisfaga a un Gran Concepción en franca expansión poblacional.
Claro, lo ideal sería tener un servicio de transporte público con choferes en condiciones de trabajo óptimas (lo que supondría un efecto en el cómo se relacionan, por ejemplo, con los usuarios estudiantes), pero por ahora estoy seguro que nos conformaríamos con una frecuencia de recorridos aceptable. A fin de cuentas, “nuestras” micros son fundamentales para el desplazamiento de quien trabaja o estudia, más en un modelo de conurbación que hace homenaje al centralismo, convirtiendo a la capital penquista en el eje de interacción social/académico/laboral, lo cual degrada a las demás localidades de la periferia a simples comunas dormitorio.
De hecho, esta es hasta una oportunidad de repensar la región que queremos.
Fernando Fernández Ulloa