Señora Directora:
El extractivismo es bueno porque de eso vivimos los 19 millones de chilenos, y es malo, para algunos, porque significa sacar riquezas y venderlas sin preocuparse lo suficiente, según ellos, del daño al medio ambiente y al futuro del planeta. El peor extractivismo que conozco es el de algunos convencionales que buscan extraer y descartar la riqueza institucional de Chile, en sus múltiples ámbitos, sin preocuparse en lo más mínimo del daño que causarán no sólo a la generación actual sino también a las futuras.
José Luis Hernández Vidal