Señora Directora:
Sí, así es, las aspiraciones ciudadanas de contar con una nueva constitución, preñada de un marco solidario, con nítida participación de mujeres y etnias, con contenidos que aseguren desarrollo por sobre el mero crecimiento, que se plasmen valores solidarios, medioambientales, de igualdad de género y que contenga con nitidez elementos que aseguren un marco económico de respeto y justicia con dignidad social para con los más desposeídos.
Todo lo anterior, puede irse al tacho de la basura si el 20,2 % de los que votaron “Rechazo”, logran sacar un 30% de los votos en las próximas elecciones para elegir a los constituyente. La consecuencia siguiente es que neutralizaran todo el proceso de cambio.
La responsabilidad está entonces en quienes en el aparato de la institucionalidad, administran aún, desgraciadamente, y a pesar del rechazo de la ciudadanía, una parte del próximo proceso electoral. Sí ellos los partidos políticos y parlamentarios que han intentado hacerse del triunfo ciudadano.
Aquellos que pretenden la “apropiación indebida” de los triunfos y reivindicaciones sociales, tienen hoy la responsabilidad de asumir con humildad y respeto ciudadano, el posibilitar una sola lista de candidatos ciudadanos a dicha elección de constituyentes.
Simple en un acto e intento por iniciar un largo camino para reconstruir partidos éticos y moralmente responsables y ligados a la ciudadanía.
Renuncien a llevar candidatos a las constituyentes y aporten apoyando una “lista única nacional de constituyentes ciudadanos”, en dónde las mujeres, las etnias, las organizaciones sociales, los científicos y catedráticos ciudadanos y demócratas encabecen esta lista unitaria.
Juan Luis Castillo