Señora Directora:
Pareciésemos estar viviendo en una ‘democracia inflable’, desteñida por las malas prácticas y el individualismo político. El sufragio pareciera ser el único camino hacia la participación cívica, y no es así. Durante el período de agonía política y reconexión del ciudadano con lo político –entre octubre y diciembre de 2019– surgieron en Concepción distintas formas de organización comunitaria, por ejemplo: asambleas, coordinadoras territoriales y cabildos comunitarios.
A días del cumplimiento de un año desde el inicio del estallido social y la realización del plebiscito constitucional, es primordial volver a posicionar a la ciudadanía en el centro de las decisiones políticas, rompiendo con la costumbre del sufragio periódico como única forma de participación democrática.
Debiésemos rescatar eso. El voto es la perpetuidad de los extremos, no entrega la posibilidad de grises, y por lo tanto, evita discusiones necesarias para el bien de la comunidad. El debate comunitario, en cambio, permite fortalecer la identidad territorial y configurar un espacio político continuo y duradero, no inflable en verano y descuidado en invierno.
Bastián Pedreros Montero