Carta a la directora

Quietud y luz propia

Por: Diario Concepción 25 de Junio 2020

Señora Directora:

Reza el proverbio popular: “cuando todo se vuelve oscuro, aparecen las estrellas”. Cuando no queda nada a qué aferrarse y se desvanece la luz artificial del “ego” (lo que creemos que “somos”, y no somos), surge la luz de la consciencia. Una luz distinta, limpia y espontánea, que procede del auténtico sí mismo, sin esos condicionamientos que ocultan nuestra esencia.

Todo resulta perfecto cuando miramos desde ahí. Desde una mirada que no pretende sacar ventaja, ni mentir o acumular sin medida; que desde un punto de vista social no se aprovecha de los símbolos patrióticos inscritos en el subconsciente colectivo no para liberarnos, sino para nuestra mejor gobernanza, muchas veces de manera inconsciente. Sólo desde esa mirada limpia es posible mejorar la cohesión social, desde esa verdad -esencia- que nos une.

La máxima consumista de “necesito mucho, y lo que necesito mucho” precisa de un cambio radical. Yo me inclino más por Francisco de Asís que solía decir: “necesito poco, y lo que necesito lo necesito además poco”. Porque tenía algo que hemos perdido; la quietud.

Gerardo Hernández Zorroza

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