Señora Directora:
Sin duda la conmemoración del Día Internacional de la Familia, este 2020 (15 de mayo) fue muy diferente a la de otros años. Este día, se creó con la finalidad de generar conciencia sobre el papel fundamental de las familias, en cuanto a la educación y las oportunidades de aprendizaje de los niños, las niñas y jóvenes, se da en medio de una de las crisis sociales y sanitarias más grandes de la historia.
Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), la familia constituye la unidad básica de la sociedad que da la oportunidad de reconocer, identificar y analizar cuestiones sociales, económicas y demográficas que afectan a su desarrollo y evolución. Las familias y las políticas se ocupan de los aspectos que afectan a la consecución de muchos de los objetivos de Desarrollos Sostenibles del mundo.
Es por ello que, ante este panorama, podemos encontrarnos con situaciones sumamente alarmante para muchas familias, que han tenido que compatibilizar trabajar desde el hogar o perder sus formas de sustento, además de cuidar de los y las menores a su cargo, que ya no están yendo a sus establecimientos educacionales. Todo esto con la incertidumbre constante de no saber qué ocurrirá en el futuro.
El momento que estamos viviendo, nos permite repensar la sociedad en la que vivimos y como podemos trabajar para quebrar las infinitas desigualdades que existen, tanto a nivel económico, social, de género, como de oportunidades. Generemos más equidad, principalmente en el núcleo primario al que llegamos las personas, nuestras familias, sin importar el cómo sean constituidas, para que así construyamos una sociedad mucho más justa para todos y todas.
María José Escudero
Cofundadora y directora ejecutiva de Fundación Ronda