Señora Directora:
Concepción, ciudad capital de la Región del Bío Bío, posee un zoológico desde hace 40 años, el cual está ubicado en el sector de Nonguén. Sus dependencias, muy limitadas en espacio, albergan a 340 animales, en su mayoría salvajes. Es por eso que es común escuchar en las noches los rugidos de las fieras presentes en el lugar, en una especie de eterno lamento por estar ahí hacinados y como rogando, a su vez, que alguien los auxilie y los salve de ese triste cautiverio.
Es un hecho que este recinto pudo haber sido centro de entretención en tiempos pasados, ya que forma parte de tradiciones populares muy antiguas, pero que hoy en día no se justifican, ya que vulneran normativas de bienestar animal.
El zoológico de Nonguén, por tanto, somete a los animales a maltrato y sufrimiento innecesario, sin embargo, ni el SAG ni la Municipalidad penquista han efectuado nunca reparos a su funcionamiento, transformándose en cómplices pasivos de dicha crueldad.
En este sentido es común leer comentarios en RR.SS. de visitantes, los cuales, en vez de describir el haber disfrutado de un grato momento, critican el estado de los animales, ya que se conectan con el dolor de ellos que nacieron para recorrer cientos de kilómetros, pero que yacen ahí, cumpliendo una triste e injusta condena.
Gary Parra Sanhueza