Carta al director

Democracia interpretativa

Por: Diario Concepción 18 de Noviembre 2019

Señora Directora:

En el actual escenario de cambios que garanticen un rayado de cancha parejo, una nueva Carta Fundamental se hace esencial, ya que desde ella emanaría el ethos del nuevo Chile. Me explico a partir de un ejemplo puntual:

Parte del artículo 19, n°11 de la actual Constitución, dice que “los padres tienen el derecho de escoger el establecimiento de enseñanza para sus hijos”.

Analizando, el supuesto derecho de elegir va en implícita relación con el poder adquisitivo, a.k.a. capacidad de endeudamiento, de los padres. De esto podemos inferir que una familia que sobrevive con el sueldo mínimo – más de la mitad de los chilenos – no puede pagar los 200 mil pesos mensuales promedio que vale un colegio de buenos resultados académicos, por lo que el “elegir” pocas veces se convierte en “acceder”.

En otras palabras, parte del artículo que habla de educación es en realidad el epítome del resultado sin siquiera competir, propiciando desigualdad, extendiéndose hacia el negociado de dicho derecho fundamental, esto último en el entendido que, ante un sistema de educación público despotenciado, varios padres prefieren bancarizarse para poder convertir en certeza la posibilidad de elegir que, con la actual Carta Magna, es un abanico reservado solo para algunos.

Es indudable que ahora la agenda apuntará a materias más concretas, pero todo cambio necesita un piso propio de una nueva Constitución.

Fernando Fernández Ulloa

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