Carta al director

La sabiduría de educar

Por: Diario Concepción 03 de Noviembre 2019

Señor Director:

No hay que ser demasiado malpensado sabiendo lo que mueve a las Economías si digo que en muchas áreas la educación no va orientada al interés de los alumnos tanto como a servir a los intereses del sistema productivo, cada vez más mecanizado e independiente de las aspiraciones del ser.

En el caso de los resultados obtenidos por los niños de Finlandia, estoy un poco “hasta el higo” del intento de los indicadores, que lo que indican, eso sí, es homologación de los alumnos, como si estos fueran equiparables y su deseo íntimo ser evaluados sin atender a sus intereses particulares, ni sus tiempos de maduración.

La sabiduría del maestro para educar, o extraer (del latín ex-ducere), lo que sus alumnos pueden dar, queda en segundo plano, sometida, eso sí, a saturación de burocracia. Educar no es lo mismo que implementar (del latín imple, o llenar) conocimientos o capacidades, que luego pretenden ser medidos siguiendo las últimas tendencias de la Comunidad Científica; mostrando con ello, lo torpes que podemos llegar a ser y nuestro previsible destino final si no lo remediamos, individualmente.

Gerardo Hernández Zorroza

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