Señora Directora:
Actualmente, el sistema educativo se ha quedado en el pasado, siendo de tipo industrial, es decir, basado en la productividad sin generar personas pensantes. El educador británico Ken Robinson (2011) en una entrevista afirma que “nuestros sistemas educativos están desfasados. Son anacrónicos. Se crearon en el pasado, en una época distinta, para responder a retos diferentes. Con el tiempo, se han vuelto cada vez más limitados”. Docentes de hoy siguen ocupando enseñanzas de tipo tradicional y mecanicista, siendo estos métodos de enseñanzas aprendizajes obsoletos para los requerimientos que necesitan los estudiante del siglo XXI. El docente debe desafiarse y potenciar el trabajo para que los estudiantes sean capaces de pensar, reflexionar, cuestionar, resolver, tomar decisiones, opinar, herramientas que les ayuden a la construcción de su pensamiento y conocimiento.
Anita Woolfook, psicóloga estadounidense, enfatiza el papel activo del aprendiz en la construcción de la comprensión y darle sentido a la información, donde el protagonista es quien aprende y quien enseña. Jean Peaget, iniciador de la “revolución cognoscitiva” estudió principalmete a los niños mediante la observación y haciéndoles preguntas flexibles, para descubrir cómo piensan. Otra perspectiva es la construcción social de Lev Vygotsy, quien da énfasis a la interacción social con los adultos. Él nos habla de la zona de desarrollo proximal, que quiere decir que hay situaciones o tareas que los niños son capaces de resolver con la ayuda de un adulto o un compañero de clases (andiamaje) que sería el apoyo temporal que se le entrega al niño hasta que este pueda lograrlo por sí solo.
El docente cumple un rol relevante en el desarrollo de la construcción del pensamiento, este nos permite, a través de estrategias, ayudar a los niños a pensar y a construir sus propios aprendizajes que se requieren para cada momento del diario vivir.
Mg. Natalia Garrido Cofré
Académica de la Facultad de Ciencia de la Educación
Universidad San Sebastián