Señora Directora:
Encuentro lamentable que, en los establecimientos educacionales de nuestra región, las manipuladoras de alimentos aún sigan cocinando las comidas en ollas de aluminio.
Según un estudio realizado por la Universidad Interamericana de Puerto Rico (Uipr) se llegó a la conclusión de que el aluminio genera varias patologías, problemas gastrointestinales, pérdida de la memoria, dolores en huesos y músculos, etc. Esto tras analizar y revisar casos durante 18 años, con varios pacientes que presentaban síntomas tras el constante uso de objetos de aluminio.
Si bien son patologías a largo plazo, no por eso debemos descuidarnos y despreocuparnos como sociedad, ya se ha regularizado las bolsas de “nylon” en el comercio de todo el país (con el fin de frenar la contaminación ambiental), y no existe regularización alguna en el uso del aluminio sin importar que esto involucre a establecimientos educacionales públicos.
Es necesario exigirle a Junaeb (y a las empresas que se adjudican dichas licitaciones) el retiro definitivo de este material con el fin de no seguir arriesgando más la salud de los escolares.
Me preocupa muchísimo que quienes están más expuestos a esto sean nuestras niñas y niños que si bien, necesitan ser parte del programa de alimentación escolar, no por ello deben ser expuestos a enfermarse por el hecho de que la comida aún se cocine en utensilios de aluminio.
Andrés Villa Garcés