Señor Director:
Viendo que la ciudadanía cada vez se desmarca más de su incidencia política en la sociedad – los altos porcentajes de desinterés por ir a votar lo dicen –, es necesario volcarnos a nuestro entorno inmediato para comprender dicha situación. Acá un ejemplo práctico. Este miércoles, como vecinos de Hualpén fuimos testigos del tremendo papelón en que alcaldesa y concejales, independiente de su militancia, se atacaban mutuamente de forma despiadada, convirtiendo el único tema de la tabla del Concejo Extraordinario, dejar sin efecto la votación de los concejales que favorece a una empresa inmobiliaria por el cambio de uso de suelo del Humedal Vasco da Gama, en un episodio propio de programa farandulero barato. Al final los únicos perjudicados fueron los vecinos del sector Parque Central, quienes impotentes veían cómo su problemática se diluía ante la moción de los concejales, quienes, haciendo uso de su potestad, decidían sacar de la tabla el punto en discordia. Evidentemente esta decisión se debe a un gallito entre facciones. En conclusión, esta demostración de amateurismo demuestra que la política necesita urgente de una reingeniería, proceso en el cual muchos de quienes ostentan puestos determinantes ya no tienen cabida.
Fernando Fernández Ulloa