Señor Director:
La delincuencia crece día a día y lo hace en forma, fondo, y en violencia, pero lo mas grave es la participación de niños de 12 años, y que actúan sabedores que la ley no los toca, y generalmente apoyados por sus padres que le dan la calidad de proveedores, es decir, existe un fomento a este tipo de delincuencia, y como siempre la víctima pasa a ser la olvidada de la justicia.
Ahora detrás de un menor delincuente, hay un sujeto que espera el producto de robos, sabe que no será delatado y que generalmente tiene garantizada la impunidad, y si es detenido, su libertad está casi garantizada, ahora otro problema, y no menor, es que delincuentes haciendo uso de un regalo de la justicia, como es la libertad condicional, incurren en nuevos o mas graves delitos, y el mejor ejemplo de ello es el llamado psicópata de Copiapó.
Los delincuentes tienen defensa, lamentablemente ella es pagada por todos e inclusive por sus propias víctimas, creo que hace falta una contra parte, y ella debiera ser la Defensoría de las víctimas e igualmente gratuita, hoy, si una víctima quiere ser parte de su causa, necesariamente debe contratar abogado particular lo que eleva las pérdidas y a veces sin ningún fin.
Si se quiere combatir la delincuencia y de forma seria, necesariamente se debe dar facultades a las policías, y en lo que refiere a la PDI duplicar su dotación, y para ello se debe retomar la formación de profesionales como Detectives, y replicar para la PDI, una ley que tiene Carabineros y que posibilita contratar personal retirado por un determinado tiempo.
La delincuencia es un problema hoy y es inimaginable como será mañana.
Alberto Contreras Silva